Día 87

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Mi celular, apagado, y yo echa bolita en un rincón de la habitación de Kedamono.

El día anterior no quise ni regresar a casa, no quería ver a Paola. Tan solo le mandé un mensaje de texto a mi madre diciéndole: “me quedaré en casa de un amigo” y nada más, después de eso sí simplemente decidí apagarlo sin esperar respuesta alguna.

Tal cual lo decía en el mensaje, le pedí a Kedamono quedarme esa noche con él. Amablemente me ofreció ropa y su habitación, mientras que el durmió en otra parte, suponía que en la recámara de su madre, ya que aquella mujer no llego a dormir anoche.

prepare el desayuno —me dijo con ayuda del traductor en su celular

— gracias pero no tengo ambre —le dije, tan solo sumergí mi cabeza entre mis brazos

Al mirar que no me levantaba, el chico se sentó a mi lado, permaneciendo unos instantes en silencio, hasta que se decidió por hablar.

sabes, tu familia te está buscando

¿cómo es que sabes eso? —le cuestione

Marifa me preguntó si estabas conmigo

no quiero escuchar ese nombre —dije enfadada— espero que les hayas dicho que no me has visto

El chico simplemente calló, desviando la mirada. Lo supe de inmediato, había revelado mi ubicación.

ya saben que estoy aquí, verdad

Tan solo asintió sin decir nada.

pues me quedaré aquí, no ire aún si derriban la puerta —me aferre a mi misma abrazando mis piernas

T/N se puede solucionar —me tomo del hombro— hablar es la mejor solución, podrán llegar a un acuerdo

— claro —rode los ojos— como a ti no te usaron como una vil marioneta

Aparte la mirada, comenzaba a enojarme de nuevo al recordar todo lo sucedido.

— gomenasai —dijo el peli-morado

¿por qué te disculpas? —cuestione

es que, debió ser difícil enterarse de la verdad

pues si, Paola y Marifa solo me utilizaron para conseguir lo que querían

Mire al chico, tenía la cabeza agachada y su semblante se veía entristecido, se le veía decaído.

parece que esto también te afecta —le dije

El dió un pequeño brinco y respondió:

bueno, es que eres mi amiga y entiendo cómo te sientes

Rasco su mejilla evitando el contacto visual. No quería creerlo pero algo me decía que el sabía algo más, su comportamiento era extraño y me atreví a preguntar.

Kedamono dime, ¿estás involucrado?

De nuevo, reaccionó dando un pequeño brinco quedando paralizado con la mirada hacia el suelo, se negaba a hacer contacto visual.

A pesar de no haber dicho nada, recibí mi respuesta gracias a su reacción.

lo sabías todo ¿no es así?

El muy apenado asintió con la cabeza.

Otro más a la lista. A este punto comenzaba a creer los únicos que no nos habíamos dado cuenta de nada fuimos Popee y yo.

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora