Día 90

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[Popee]


<( Por fin me dejarán salir! )
<( 🥳 )

( En serio? )>
( No estabas castigada? )>

<( Si pero ya no )

.

No pude evitar hablarlo con Popee, fue un impulso haberle escrito para darle la noticia.

.

( Oye )>
( Me preguntaba si… )>
( Podríamos salir? )>

<( Claro )
<( Le avisaré a Kedamono )

( No )>
( Bueno )>
( Me refería a solo los dos )>

.

Mi corazón se aceleró de repente.

.

<( Te refieres a una cita? )

( Si )>
( No )>
( No tiene que ser una cita)  
si no quieres, puede ser)  
una salida como amigos)>

.

No pude negarme y terminé aceptando. Quedamos de vernos cerca de la estación de trenes, aunque esa no haya sido la primer opción, el insistía en querer venir a casa por mi, sin embargo me negué rotundamente pues no quería que tanto mi madre como Paola me vieran salir acompañada del rubio pues no quería otra discusión, ni que mi madre le pegará con su zapato, no tenía ánimos para un escándalo más.

Como excusa dije que saldría con Kedamono ya que era el único a quien parecía que no había problema alguno si le veía.

La puntualidad es algo muy importante en Japón, aún no estoy muy acostumbrada, tampoco es que yo fuese una persona que siempre llegué puntual, sin embargo, una ansiedad comenzó a invadirme, diciéndome que debía llegar a tiempo.

Mi cuerpo simplemente reaccionó y terminé saliendo de casa mucho antes de lo planeado, no comprendía porque mis pies daban pasos largos, caminaba más rápido de lo normal, tenía prisa por llegar.

Había salido antes y por la urgencia de mis pasos, había llegado bastante antes de la hora acordada, aún así, aquel chico ya se encontraba allí esperándome. Frene antes de acercarme a el.

Por alguna razón mi corazón comenzó latir con fuerza y mis ojos no dejaban de mirarle, se le veía impaciente, agitado, miraba la hora cada cinco segundos y tenía un tic nervioso en su mano dándose palmadas en su pierna.

Finalmente pude reaccionar, agite mi cabeza en negación para despejar mi mente y finalmente me acerque al chico.

— hola —le hablé nerviosa

— hola —me respondió igual

Un silencio incómodo se formó entre ambos, estábamos nerviosos, no sabíamos que decir en lo absoluto, mi mente se quedó en blanco, tan solo desviamos la mirada.

— anata wa kyō kirei ni miemasu

Le miré, el cubrió su boca avergonzado, lade la cabeza sin comprender.

— nandemonai —se apresuró a decir, negando con la cabeza— just, come me

Hizo una seña, indicándome que le siguiera y así lo hice. No había un plan en específico ya que al menos por mi parte olvide ese insignificante detalle.

Caminábamos en silencio ya que no había mucho que conversar, sin embargo agradecía que no fuese un silencio incómodo o me volvería loca.

Después de un rato caminando, nos detuvimos, el rubio apunto hacia el establecimiento y dijo:

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora