6

5.3K 232 1
                                        


-¡Ahí va otra!-le grite a Hannah mientras ponía mi séptimo caballito de tequila blanco en la mesa. Hannah me mato con la mirada y tomo el octavo para ella invitándome hacerlo también.

Y sin pensar lo hice. Las dos estábamos riéndonos de al parecer nada pero eso provoco que más risa saliera de nosotros atrayendo la atención de algunas personas.

-¡¿Qué miran?!-les grite a unas chicas sentadas en la otra mesa de la esquina, ella nos miraron indignadas y se fueron en grupo.

-¡Vaya Ness extrañaba esto!-grito Hannah por encima de la música para que así pudiera escucharla, asentí hacia su comentario.

-¡Igual yo amiga!, ¡Nunca debimos dejarlo de hacer!-grite yo acercándome a ella para abrazarla por los hombros.

Llevamos más de unas horas ahí adentro, creo que son como la una o dos de la mañana. (¡Hey nada tarde!, de echo entra en mi horario de fiestas!).

Hannah y yo bailábamos como si la vida dependiera de mover nuestras caderas provocativamente (¡A él le encantaba eso de mi) y con mucha energía.

Hannah al igual que yo estábamos borrachas y no nos importó, solo importaba la música que sonaba en la mejor discoteca de esta ciudad.

"Tragos, donde el alcohol nunca termina, pero tu dinero sí".

Y enserio que sucede eso.

De repente recordé su cara y todos esos sentimientos se vinieron hacia abajo y se acumularon en mi cara, Hannah lo noto porque me miraba con cara de preocupación pero elimine esa cara y decidí tomar más, acabo que con eso al menos puedo hacer que se me olvide un rato porque fue mi culpa.

-¡Hey Nesssss!-grito mi amiga sobre la música alargando la "S".

-¡¿Mande gatirrrra?-pregunte al mismo tono que ella, pero algo provoco que se riera de mi (¡Y si trate de decir gatita pero no me salió bien!).

-¡No sabes cuánto te quiero amiga, enserio!-dijo para abrazarme, y aquí empezaban los sentimientos de Hannah hacia las personas, por lo que me reí haciendo que su cara cambiara y se separara de mí.

-¡Pedazo de idiota!, ¿De qué te ríes?-pregunto enojada haciendo boca de pato y ahí fue cuando estalle en carcajadas.

-¡Hannah cállate!, ¡mejor vamos hacia la barra!-dije sacándonos de la pista de baile que ni siquiera sabía que seguíamos en ella.

-¡Hágame caso patán!-grito Hannah hablándole al camarero, yo solo reír en mi asiento.

-¿Qué se le ofrece señorita?-le pregunto el mesero a Hannah. (¡Pero que sexy mesero Ness!).

-¡A ti en mi cama!-grite parándome y corriendo hasta que me puse a lado de Hannah, la cual se aguantaba las risas.

-¿Perdón?-pregunto el chico de hermosos ojos. Le sonreí y me acerque más hacia él.

-¡Que te quiero a ti en mi cama!-dije despacio pero tan cerca de su cara que pude notar algunas pequeñas pecas debajo de sus ojos.

El sonrió, segundos después estaba de mi lado de la barra y me estaba agarrando por la cintura.

-¡Entonces me será encantado de realizar tu sueño!-dijo seductoramente.

Pequitas se quitó el mandil, soltándome unos segundos y después regreso sus manos a mi cintura.

-¡¿Dónde nos quedamos?!-pregunto y yo sonreír. Hannah a mi lado se alejó de mí y se fue a no sé dónde, pero ni me importo.

Pequitas esperaba por mi respuesta y la única que le di fue un beso que paso a mayores en cuestiones de segundos.

¿Qué sentí?

Nada absolutamente nada, ni mariposa, ni escalofríos y muchos menos sentimientos, porque eso sentía solo al besar a unos labios específicos, pero no con este chico nuevo.

En el sentía pasión, fuego, adrenalina y deseo por parte de los dos y nada más que eso.

-¡Espera!-grite alejándome de él. Él se hizo hacia atrás y me observo confundido. Pase mi mirada por el lugar en el que me encontraba y era un pasillo en el segundo piso de la discoteca y donde no había casi nadie más que personas y parejas haciendo lo mismo que nosotros.

¿Cuando llegue aquí?, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de pequitas.

-¡¿No me digas que eres virgen ricitos?!-pregunto cruzando sus brazos.

¡Pero que insulto hacia mi persona!

Lo mire con odio y lo volví atraer hacia mí y el con gusto me siguió la corriente. Y así pasaron los minutos donde solo existían besos apasionados y manos por doquier.

Pero acabo cuando me aburrí de solo hacer eso y me dio sed por algo nuevo y menos aburrido.

Me separe de él.

-¡Me voy pecas!-dije separándome de él y arreglando mi vestido negro y ajustado, lo mire por un momento y me miro sorprendido.

-¿Cómo que te vas?-pregunto cabreado, la música no se escuchaba muy fuerte por lo que no teníamos que gritar solo hablar un poco alto.

Lo mire sonriente y me acerque hacia el hasta que me posicione en su oreja derecha y mordí su lóbulo.

-¡Me aburrí de ti!, ¡Buscare carne fresca!-le dije en el odio para después volver a besarle dejándolo con más ganas y me separe de el para empezar a caminar hacia las escaleras para la planta baja.

-¡Yo no aburro ricitos!-grito a mis espaldas. Me pare en seco y volteé a verlo.

Chico alto, cuerpo marcado y bien formado, pelo café castaño y peinado hacia arriba y unos ojos hermosos, su atuendo de camisa negra y pantalón negro provoco mis ganas de regresar a lo que estábamos haciendo minutos atrás pero no podía.

-¡Pues a mí ya me aburriste!-grite sacándole el dedo, el me miro cabreado y empezó andar hacia mí, pero me voltee y empecé a correr.

-¡Adiós pequitas!-grite antes de bajar corriendo las escaleras y empezar a buscar a Hannah.

Al encontrar a Hannah bailando con un chico que parecía modelo, me acerque a ella y sin ni siquiera esperar a que se diera cuenta de mí, la arrastre afuera del lugar y camine con ella hacia el carro.

-¡Hola Ness!-dijo saludándome mientras caminábamos hacia el coche, le sonreí y abrí la puerta del asiento trasero, y saque la botella de wiski debajo del asiento del copiloto y le di un buen trago.

Camine hacia mi lado de conductor y antes de abrí la puerta mire a Hannah que esperaba a que la puerta se abriera.

-¿Hey Hannah quiere hacer algo ilegal?- pregunte por lo cual ella dejo de poner atención al suelo y me miro para sonreírme.

Asintió y después me subí al coche al igual que ella. No paso mucho en que la primera botella de nuestra noche llegó a su fin. La música a todo volumen, la velocidad con la que conducía, la calles sola y la noche eran cosas que tiempo atrás deje de hacer.

Pero esta noche no.

Esta noche dejaré todo lo bueno de mi vida y regresare a lo malo.

Esta noche iba a ser mi noche y mi noche comenzaba con una visita a un viejo amigo.

Era tiempo, dejaría mi marca.

Tome la decisión de volver a lo que antes era, y no me iba arrepentir. Ya que esta decisión ya fue tomada por segunda ocasión y ahora si la aprovecharía al máximo.

SIGUE LEYENDO Y VOTA


Ella la... ¿chica mala?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora