Ella la... ¿chica mala?

18

Observe el reloj que estaba colocado en la pared del baño para esperar sólo unos pocos segundos más y despertar a mis hermanos.

Tres, dos, uno...

Golpee mi cuchara contra la base del sartén provocando ruido para que mis hermanos se despertaran. A los pocos minutos todos salieron de sus habitaciones.

Chase salió de su cuarto en calzoncillos, Nick salió con short pero sin camisa y Hannah salió con su linda pijama de galletas.

-¡Arriba dormilones, hoy es el día!-dije demasiada emocionada.

-¿De que estas hablando?-preguntaron los tres al unísono.

-Hoy empiezan los Trouble Games, así que muevan sus lindos traseros a su cuartos, vístanse, lávense la cara porque tienen un poco de baba-dije lo último apuntando a Nick, haciendo que todos nos riéramos de él.

-Y los espero abajo-dije empezando a caminar hacia las escaleras, las puertas cerrándose se escucharon de espaldas mío y un te odio por parte de mi hermano.

Al bajar camine hacia la cocina para preparar algo de desayunar para todos. Encendí la televisión que teníamos colocada en la pared enfrente de la mesa y ubique el canal de las noticias.

Hannah fue la primera en bajar, se colocó en su habitual lugar y agarro un Waffles con nutella y empezó a comerlo, me senté a lado de ella y realice la misma acción que ella, Nick bajo pocos minutos después con el pelo húmedo por su ducha mañera y se sentó a lado de Hannah y también realizo la misma acción que nosotras.

Chase fue el último en bajar y sentarse a desayunar con nosotros, hoy todos parecían estar de buen humor y un poco emocionados por saber más acerca del día de hoy.

Jessica me marco demasiado temprano para informarme que me quería en su oficina en el momento en que llegara a la escuela, me dijo que teníamos que hablar acerca del transcurso de hoy, pero antes de que pudiera contestar me colgó.

Fue ahí cuando me pare de la cama, me metí a bañar, me cambie para después bajar por el sartén y la cuchara para después volver a subir y desperté a mis hermanos.

-Tiempo de irnos-dijo Nick levantando su plato y llevándolo al fregadero, todos le copiamos la acción para terminar limpiando la cocina y después marchándonos hacia los carros.

Nos subimos en mi Volkswagen y partimos hacia la escuela. Hannah dormía plácidamente a lado mío, Nick y Chase platicaban acerca de que deporte se van a meter en este año, mientras que yo solo miraba por la ventana.

Al cabo de diez minutos estábamos entrando en el estacionamiento de la escuela buscando lugar para aparcar, desperté a Hannah y espere a que Chase me dejara salir.

-Abajo pulga-dijo dándome una mano para salir del carro, le sonreí en agradecimiento y me acomode bien mi ropa.

-Bueno ¿y ahora que prosigue?-pregunto Hannah rodeando su lado del coche, al igual que Nick y colocándose a lado mío dejando a los chicos enfrente.

-Lo que prosigue ahora es que vayan a sus clases, sean los mejores alumnos y me dejen a mi arreglar todo- dije sonriendo.

-¿Y a que te refieres con arreglar todo?-pregunto Nick cruzándose curioso, le mostré mi mejor sonrisa.

-Ya lo veras hermanito, pero ahora necesito irme-dije para colgarme la mochila y salir corriendo hacia las oficinas de la escuela.

Corrí por los pasillo sin ni siquiera ganándome una mirada curiosa por parte de las personas que merodeaban los pasillos y llegue a las oficinas.

Esta escuela si que es rara.

Entre al cuarto principal y me acerque a la secretaria.

-Espere un segundo por favor-me dijo en el momento que me acerque, presiono unos cuantos números en el teléfono que tenía a lado para después mirar otra vez.

-Puede pasar, la está esperando-dijo señalando la oficina de Jessica, asentí dándole las gracias y camine hacia Jessica.

Entre sin tocar y me desplome en los sillones individuales color negro que Jessica tenía enfrente de su escritorio y observé como ella anotaba algunas cosas en la computadora.

-Si estas ocupada puedo venir después-dije levantándome pero ella me detuvo.

-No simplemente estoy checando las solicitudes para el próximo año, al parecer todo el mundo quiere entrar a la escuela que tiene todas las puertas pintadas de un color en particular, que la campana de clases toca canciones en vez de un sonido dependiendo la hora y que es dirigida por un adolecentes con problemas-dijo cerrando un correo.

-Pues tal vez deberías hacerme directora a mí y dueña dándome la mitad de las ganancias que tu obtienes, ¿no crees?-dije jugando mientras me recargada en el respaldo del sillón.

-Tal vez debería-dijo sonriendo.

-Bueno a lo que vengo, porque enserió necesito entrar a segunda hora-dije mirando el reloj que tenía detrás de ella.

-Siempre dijo que eras una matada por la escuela-dijo sonriendo, ganándose una mirada triste por mi parte.

-Los dos lo éramos, a cambio de ti-dije un poco triste pero sin quitar mi sonrisa de la cara.

Jessica asintió y se acomodo mejor en su lugar, después se aclaró la garganta.

-¿Entonces cuando va a empezar todo?-pregunto impaciente.

-En el almuerzo te veré en la puerta azul marino con un megáfono en la mano, ¿entendido?-pregunte levantándome de mi lugar.

-Entiendo pero por...-una llamada la interrumpió, me pidió que esperar y oprimió el número tres y la voz de la secretaria lleno la oficina.

-Señorita Jessica, el joven Haynes la está esperando afuera de su oficina-dijo a lo cual Jessica soltó un suspiro de frustración.

-Gracias Taylor-dijo para después oprimir otro número y cortar la llamada, observe la frustración en su cara.

-¿Tan malo es?-pregunte curiosa.

El apellido que menciono Taylor, me sonaba pero no recuerdo la cara de esa persona.

-Créeme es el peor de todos-dijo levantándose para caminar hacia la puerta, agarro el plomo y me observo.

-Tengo que atender, te veré como acordamos-dijo para abrirla puerta, asentí acomodándome mejor la mochila y camine hacia ella.

Salí por la puerta, camine algunos pasos y choque con un cuerpo duro. Voltee hacia la persona con la que había chocado y me topé con un chico.

¿Quién es este chico con preciosos ojos?

-Señor Haynes, adelante-dijo Jessica a mi espalda.

Iba hacerme hacia a un lado para que pudiera pasar pero no me dejo.

-Deberías poner más atención a lo que te rodea, ricitos-dijo sonriendo de oreja a oreja, me aleje unos centímetros para poder observarlo a los ojos sin tener que estar cerca de su espacio personal.

-Y tu deberías dejar de llamarme así, si no me conoces-dije seria, él se quedó analizando mi expresión de seriedad para después acercarse hacia a mi invadiendo ahora el, mi espacio personal.

-Créeme te conozco lo suficiente-dijo recorriendo mi cuerpo con una mirada lujuriosa, ganándose más mi desprecio.

-¿Pero en dónde quedo la chica del bar?, ella me parecía mucho más divertida que tú-dijo para después alejarse de mí y caminar hacia Jessica la cual nos ponían mucha atención.

Salí corriendo del lugar y corrí hacia mi siguiente clase, no porque iba tarde si no porque enserió necesitaba escapar de ahí.

Llegue segundos antes que la maestra y me senté en mi lugar, saque mis cuadernos y coloque mi atención en la maestra pero no podía.

¿Cómo había podido ser tan despistada?