Ella la... ¿chica mala?

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Levantarme temprano no me era difícil, solo si la noche anterior no dormir o si no me dejaron dormir, pero en si yo nunca me enojaba por despertarme, como quieras en algún momento lo tienes que hacer, más tarde que nunca.

Hoy era día de escuela.

Podía escuchar los pasos de mis hermanos por todo la casa, la música que despierta a Hannah se escuchaba casi por todo el pasillo de arriba, el ruido de la ducha mañanera de Nick se podía escuchar por las paredes, los quejidos de Chase acerca de odiar a la escuela, me estaban desesperando.

Y luego estaba yo, acostada en la cama, mirando al techo y sin ninguna intención se moverse.

Nunca les ha pasado que creen ser la oveja negra de la familia, que no tiene en comparación nada con tus padres o hermanos, que eres casi la adoptada.

Bueno en mi caso, no creo que sea la oveja negra de la familia, simplemente que no soy como mis hermanos.

No me quejaba por ir a la escuela, prefiero ir y despertarme temprano, que despertarme un día de mi vida y saber que mi vida es un fracaso solo porque simplemente no me gustaba ir a la escuela.

Tampoco me importa despertarme con una canción todos los días, creo que es lo mejor que puedes hacer para empezar tu día. Una canción no puede definir como va a estar tu día, pero puede ayudarte a disfrutar un día más de vida, porque no todos pueden hacerlo.

Tampoco me molesta darme una ducha mañanera, la limpieza define una parte de la personalidad de las personas, es una forma de enseñar lo que te importa y lo que no, si no te importan las cosas pequeñas, imagina una cosa de gran importancia.

-¡Ness baja ya!-grito Chase desde afuera de mi puerta.

Aquí vamos otra vez.

Me levante, tendí la cama, abrí las cortinas, fui al baño, me duche, me cambie, me peine, me lave los dientes, y baje hacia la cocina.

-¡Vamos Ness!, que llegaremos tarde-me apuro Nick, dándome mi tazón con fruta.

-Otra vez-dije.

Todos soltaron una pequeña risa. Al parecer mis hermanos tampoco han ido a la escuela, no quieren ir a ella sin mí, dijeron que era una falta de respeto hacia mi persona faltar a la escuela, palabras de Chase.

Pero Nick, Hannah y yo sabemos la verdadera razón.

-¿Listos?-pregunto Nick abriendo la puerta de entrada.

Todos paramos de desayunar y caminamos hacia Nick. Tome mi mochila del sillón y me la colgué en el hombro izquierdo y camine hacia el auto.

-¿Qué auto toca hoy?-'pegunto Chase a lado mío.

Nick estaba cerrando la casa y Hannah estaba a mi lado pensando en cuál de los carros vamos a usar.

-Yo dijo que en el de ustedes, el nuestro no está limpio-apunto Hannah a mi hermosos Volkswagen.

Chase iba de piloto, Nick de copiloto, mientras que Hannah y yo íbamos atrás. Chase y Nick hablaban animadamente, Hannah estaba dormida y yo miraba por la venta.

Me encanta subir en este carro y sentir como las velocidades cambian, como el motor ruge, como al pasar un bordo saltas, me encanta todo de este carro, esa fue una de las razones por lo que lo compramos.

Nuestro Volkswagen es un clásico del noventa ocho, es color verde oscuro por fuera, por dentro los asientos son color negro y son de piel, tiene unas bocinas atrás en la cajuela, y a los lados de los asientos de enfrente.

Pero lo que lo hace único, es el dibujo de un atrapa-sueños en la palanca de cambios.

-Ness, despierta a Hannah que ya llegamos-me pidió Nick.