Ella la... ¿chica mala?

19

-¿Todo se encuentra bien, Ness?-pregunto la maestra acercándose a mi lugar, levante mi vista de mi escritorio y la coloque en ella.

Asentí.

Ella sonrió y regreso a su escritorio a comenzar a dar la clase. Trate de centrar todo mi atención en su clase, sabia de lo que estaba hablando, sabia en que me ayudaría su clase de hoy pero simplemente mi cerebro no procesaba las palabras.

Eso suele pasarle a cualquier persona, es decir que su cuerpo y alma están poniendo atención a lo que está enfrente de ellos, pero su cerebro no lo procesa de ninguna forma porque está más concentrado en recordar cosas, palabras, momentos, etc...

Seis golpeos en la puerta, atrajeron la mirada de mis compañeros y la maestra, pero la mía seguía pegada a mi cuaderno rojo de rayas que estaba sobre mi escritorio.

Murmullos se escuchaban por todo el salón, minutos después cesaron dejando un silencio, hasta que una silla se escuchó ser jala hacia atrás, detrás mío.

Cuadernos golpearon el escritorio, no tan fuerte pero si un poco ruidoso, y a continuación la voz de la maestra comenzó a escucharse de nuevo en el aula.

-¿Entonces quien quiere participar?-pregunto la maestra, centre mi atención en mis compañeros y todos parecían estar o dormidos o muertos sobre sus escritorio.

-Recuerden que esto les da puntos al final del semestre-ofreció la maestra con una pisca de esperanza, pero simplemente esa esperanza nunca llego.

-Yo quiero participar-las palabras salieron de mi boca sin que yo pudiera evitarlas, al igual que el movimiento de mi mano cuando se alzó.

Necesito todos los puntos posibles para el final del semestre, porque exactamente tengo seis meses para conseguir arriba de dos mil puntos para poder aplicarlos en el próximo semestre.

-Excelente Ness-sonrió la maestra,-Necesito que te quedes al final de la clase para decirte en que consta el trabajo, sin embargo necesitaras ayuda-finalizo.

Y aquí viene la pregunta que arruinara mi oportunidad de conseguir los puntos.

-¿Quién se ofrece a ser ayudante de Ness?-pregunto.

Algunas personas se veían interesadas pero no lo suficientes para alzar la mano y ser mi ayudante en un trabajo que será demasiado pesado al parecer.

-No se preocupe, podre hacerlo yo so...-mi frase fue interrumpida por una voz masculina, que provenía detrás mío.

Dirigí mi mirada de enfado hacia la persona que decidió hacer su obra del día y me topé con el chico problemático de la escuela.

-Perfecto, tendrá que quedarse unos minutos al final pero valdrá la pena, ya lo verán-dijo la maestra sonriente.

Asentimos los dos al unísono y después me acomode bien en mi silla y coloque mi atención en lo que restaba de la clase.

Media hora después, la campana sonó con la melodía de "ABC- The Jackson 5" logrando una sonrisa pequeña en mi cara.

-No entenderé nunca porque tocan canciones-dijo la maestra guardando algunos papeles en su bolsa, me encogí de hombros ante su comentario.

Cuando termine de guardar mis cosas, me acerque hacia ella con una libreta en la mano y un pluma y me senté en el escritorio que estaba enfrente del suyo, al igual que lo hizo el pero con el escritorio de mi lado derecho.

-Bueno me alegro mucho que se hayan ofrecido, si no hubiera tenido que escoger yo y sería un caos total-dijo con tristeza.

-No se preocupe miss, cuente con nosotros-dije sonriendo.

Ella asintió.

-Bueno el trabajo consiste en dos partes-empezó hablar,-la primera parte es dar una plática en el auditorio enfrente de todos su compañeros, algunos otros maestros, la directora y yo acerca de la vida-finalizo sacando una hoja de un lado de su mochila y entregándomela.

-¿De la vida?, ¿podría explicar eso?-pregunto mi compañero.

-Me sorprende que no sepa de lo que hablo señor Haynes, si usted tiene sobresaliente en todas sus materias-dijo un poco sorprendida cruzando sus brazos sobre su pecho.

-Oh no, se de lo que trata la vida, lo que no entiendo es de que quiere que hablemos exactamente acerca de la vida-dijo escribiendo unas cuantas cosas en su libreta.

Buena pregunta chico.

-En eso consiste la segunda parte del trabajo-hablo,-necesitaran establecer un escenario, un problema, una situación, algo que les ayude a transmitir una lección a sus compañeros acerca de la vida-finalizo.

Anote cada una de sus palabras, un poco diferentes pero con el mismo resultado.

-¿Para cuando lo quiere?-pregunte sin ni siquiera mirarla, solo esperando la respuesta para notarlo y dirigirme a mi siguiente clase.

-Tendrán dos semanas a partir de hoy para presentarlo-dijo agarrando sus cosas y caminando hacia la salida.

Me pare del escritorio tome la mochila del suelo, me la colgué en el hombro y dispuesta a empezar a caminar su voz me detuvo.

-Y tendrá que darme dentro de una semana un adelanto del progreso del proyecto-alzo un poco la voz y después cruzo la puerta.

Solté un suspiro y me encamine hacia la salida.

-Espera ricitos-su voz me detuvo a centímetros de cruzar la puerta, escuche sus pasos más cerca de mí hasta que su hombro rozaba el mío.

-¿Qué sucede Haynes?-pregunte seria.

-Oh pero que cara tan largada ricitos, anímate un poco chica-dijo sonriendo, gire mi cuerpo hasta que conseguí verlo de enfrente y no de lado y suspire.

-Mira no sé qué ganas tú haciendo el trabajo, pero te agradezco que te ofrecieras como ayudante porque al aparecer esta pesado el trabajo, pero eso no nos convierte en amigos simplemente en compañeros que se ayudaran-dije sin ningún rastro de emoción en mi voz.

-¡Vaya ricitos!, tu si sabes cómo apartar a gente de tu lado, ¿no es así?-pregunto a lo cual desvié mi mirada de sus ojos.

-Entiendo tu punto de vista, pero te diré algo ricitos-dijo acercándose hasta que invadió mi espacio personal.

Dirigió sus labios hasta mi oídio causando un escalofrió por todo mi cuerpo.

-Ya entraste en mi campo de vista nena, y créeme que será demasiado difícil desaparecer de el-dijo lentamente cada una de las palabras haciéndome tragar la saliva con dificultad.

-Y créeme cuando te dijo que no todos entran en mi campo de vista-finalizo, para morder mi lóbulo y después alejarse de mí.

Dejándome sola en el salón con mi corazón latiendo más rápido de lo normal.

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-¡Dios mío mujer!, te dije que llegaras puntal-me regaño Jessica en el momento que cruce la puerta que acordamos en la mañana.

-Cállate, estaba ocupada haciendo trabajos-dije.

-Perdona, pero esto es más importante que algunos trabajos para una escuela-dijo entregándome el megáfono.

-¿No se supone que tendrías que estar haciendo todo lo posible para evitar que ocurra algo así en tu prestigiada escuela?-pregunte juguetona tomando el megáfono.

-Conozco a mi gente, y créeme que esto les será el mejor año de sus vidas-dijo sonriendo de oreja a oreja.

-Bueno chica, que comienza la función-dije para encender el megáfono y aclara mi garganta.