Ella la... ¿chica mala?

17

El silencio volvió a reinar la casa, mis hermanos no hablaban y tampoco emitían algún sonido.

Tal vez estaban un poco perdidos por lo que les acabo de contar y la verdad los entendía. Esa parte de mi vida parece sacada de una película de acción o de algún libro, y puede ser difícil de creer.

Pero la verdad es que una persona nunca va a saber lo que está pasando en el mundo, nunca va poder comprobar si las películas son hechos verdaderos, y nunca vamos a poder comprobar si realmente existen ese tipo de vidas.

Uno nunca espera encontrarse con una persona con aquel tipo de vida, y nunca me gustaría hacerlo, pero yo era de esas personas que vivo una vida así y sufrió mucho.

Pero el problema es que si existen vidas así, pero a muchas personas nunca les va tocar conocer algún de ellas.

Chase fue el primero en hablar.

-¿Por qué nunca me contaste acerca de esto?-pregunto.

Solté un suspiro.

¿Cómo podía contarle a mi hermano que mi niñez fue un infierno?

Hay secretos que se deben mantenerse para ti misma, que debemos guardarlos para no dañar a gente que queremos, que debemos cuidarlos como si fueran una persona importante para ti y que nunca deberíamos sacarlos a la luz, porque eso seria como un arma nuclear que podrían hacer que explotara en ti.

-Porque no ha habido una oportunidad, creo-dije encogiéndome de hombros.

-¿Cómo encontraste de nuevo la escuela?-pregunto Hannah después de haber estado callada durante toda mi explicación.

-Hace un año, creo-dije tomando un poco de té helado.

-¿Desde hace un año que conoces la escuela?-pregunto Nick, pude notar en su voz un poco de confusión.

-Hace un año ayude a un antiguo amigo a salir de un problema, después de ayudarlo nos juntamos un día a platicar acerca de lo que había pasado con nosotros. Me contó acerca de que había entrado a estudiar en una escuela que ayudaba a chicos con pasados como nosotros, dijo que era un poco exclusiva pero que valía la pena intentar entrar en ella por si quería intentarlo algún día -dije viendo a Nick.

-¿Y después que paso?-preguntó Chase.

-Después de eso solo fue cuestión de tiempo y de mucha investigación dar con la escuela, y con el nombre de la dueña y es por eso que nos inscribí ahí-dije sonriendo.

-Entonces en otras palabras, ¿Eres como una dueña de la escuela?-pregunto Hannah y asentí.

-¡Pero si esa escuela está loca!-grito Nick mirándome, reí por su comentario y asentí nuevamente.

-Digamos que algunas ideas que escribimos son un poco especiales-dije riéndome, todos alzaron un ceja.

-¿Especiales en qué sentido?-preguntó Chase.

-Creo que tendrás que leer el libro hermanito, porque yo me rehusó a decirte acerca de detalles que tal vez te traumen de por vida-dije sonriendo.

-¿Pero no habías dicho que el manual lo tiene Jessica?-pregunto Nick mirándome confundido.

-No todo el manual, escribíamos todo en un solo libro pero en el libro que tiene enfrente suyo, hay reglas que te permitiran hacer todo en la escuela sin ser castigado y algunos pasajes que ni Jessica sabe que escribí-dije para tomar el libro y dárselo a Nick.

-¿Y que tiene en especial las personas de la escuela?-pregunto Hannah.

Vaya esta chica hace buenas preguntas.

-Cada persona que logra entrar a la escuela tiene un pasado horrible o simplemente difícil-dije dándole un buen mordisco a mi comida.

-¿Qué tipo de pasado?-pregunto de nuevo.

Trague mi comida y tome un poco más de té helado.

-Todo tipo, desde huérfanos abandonados desde pequeños, hasta traficantes con asuntos penales, personas golpeadas, otras violadas, otras abandonados, traficantes, drogadictos, rateros, y entre otros más, la verdad no conozco mucho acerca de eso-dije encogiéndome de hombros.

-Bueno no espera todo esto, pero creo que será un año divertido en la escuela-dijo Nick sonriendo de oreja a oreja.

-Por casi se me olvida, tenemos que hablar seriamente acerca de mañana, por mis queridos corazones, mañana comienza la mejor guerra de bromas del universo-dije sonriendo de oreja a oreja.

-Entonces creo que es tiempo de sacar el playbook, ¿no creen?-pregunto Hannah divertida alzando una ceja a lo cual todos asentimos.

Chase y Nick salieron corriendo hacia el segundo piso, dejándome con Hannah para recoger la cocina entre las dos. Empecé limpiando en silencio, minutos después de acabar de limpiar y dejar impecable la cocina camine hacia mi cuarto.

Sabía que Hannah tenía muchas dudas pero esperara hasta el momento adecuado para preguntarme.

Al llegar a mi cuarto camine directo a mi escritorio y me puse a terminar la tare que me quedaba pendiente. Al abrir la carpeta y ver que estaba en el apartado de orientación educativa supe en que me había quedado.

Tenía que investigar los clichés más comunes y llevarlos a cabo.

Me recargue en mi silla y comencé a pensar acerca de algunos de los chiches más comunes que he escuchado y empecé anotarlos en una hoja en forma de lista.

Cuando estaba anotando el número cinco, Chase entro en mi habitación y camino hacia a mí.

-¿Aun haciendo tarea?-pregunto agarrando una hoja y observándola, asentí sin siquiera mirarlo a los ojos.

-Bueno pulga creo que es tiempo de dormirse, mañana nos espera un día especial y tenemos que tener a nuestra genio descansada-dijo divertido entregándome la hoja.

Asentí y guarde todo en mi mochila, Chase se despido y se marchó de mi cuarto cerrando la puerta. Subí los tres escalones, camine hacia mi cama y empecé a quitar las pocas almohadas que tenía como decoración.

Al destender la cama y acomodar mis almohadas en una cómoda posición, coloque mi teléfono a cargar y apague la luz para después tirarme a dormir.

Tenía una ventana encima de mi cabeza la cual me permitía ver el cielo y a veces la luna, pero hoy no era una noche estrellada por lo que solo había pocas estrellas.

Me quede mirándola.

Las noches así me tranquilizaban, me hacían desear estar afuera sentada en un lugar cómodo cubierta con un amanta mirando hacia las estrellas y lo que único que escucharas fueran tus pensamientos.

Me alegro haber contado una parte de mi historia, creo que era tiempo que mi familia supiera algo de mi niñez y aun que haya sido difícil de creer me alegro que no me hayan juzgado.

Porque uno nunca sabe lo que una persona esconde en su interior, tampoco conoce lo que piensa, lo que siente o el cómo ve las cosas. Sabía que iba ser difícil de creer lo que me paso en mi niñez, que iba ser una excusa para que me tratarán diferente o para que me viera en forma de lastima, pero eso nunca sucedió.

Ellos no me juzgaron y creyeron cada palabra que les dije, y me duele haberle hecho eso, haberle contado esa historia sobre mi pasado, porque la historia que conté nunca termino así.

Nunca termino con el "empezar de nuevo", término "conmigo en el hospital con una herida de bala".