Ella la... ¿chica mala?

9

Camine en silencio con Hannah a mi lado, hacia donde se encontraban sus nombres escritos.

Baje mi vista al pasto, pequeñas gotas se notaban en él, al igual que algunos charcos de lodo, lo que significa que Daren estuvo regando todo el lugar.

El silencio reinaba todo mí alrededor, los sollozos de mi amiga todavía no comenzaban pero sabía que dentro de poco comenzarían. Caminamos por el pasto húmedo, hasta que llegamos a nuestro destino.

-Ness-me llamo Hannah.

Despegue mí vista del suelo y la lleve hacia ella, donde lo único que encontré fueron lágrimas causadas por un dolor difícil de olvidar. Estábamos enfrente de la lapidad.

Tomás Ruth Romero

"Valiente: El mejor hombre valiente que

Haya existido en el mundo."

1998-2016

-Hola viejo amigo-salude.

Tome fuerte la mano de Hannah, la cual apretó en forma de apoyo y deje que ella llorara a lado mío. No sabía cómo ayudar a Hannah porque tampoco sabía cómo ayudarme a mí, entonces solo la abrace y fue cuando ella derramó más lágrimas.

-Tranquila, todo va a estar bien-dije mientras acariciaba su pelo.

Esa fue una hermosa mentira.

A los pocos minutos Hannah se separó de mí y se sentó enfrente de la lápida de la persona que hizo que ella cambiara.

Deje que se desahogara y camine diez lapidas hacia la izquierda y en la onceaba fue cuando encontré la suya. Solté una pequeña sonrisa que parecería más una mueca si alguien pudiera verla.

Me senté enfrente de la lápida, mojando así mi short y con el mi trasero, pero no me importo.

-Creo que no esperabas mi visita-dije.

Me senté en forma de chino con mis piernas cruzadas formando una pose de meditación y dirigí mi mirada hacia el pasto donde segundos después empecé a quitar un poco de ese mismo pasto, para no mirar hacia la lápida.

-He traído a Hannah, creo que necesitaba venir después de que llego tu primo hoy a la casa a quedarse por un tiempo-.

Mi mirada seguía pegada en el suelo. Deje que el silencio reinara.

-Te necesito-al pronunciar esas palabras levante mi mirada del suelo y la coloque en su lapidad.

Oliver Thomas Parker

"Nuestro viajero: Esperamos que estés

En una aventura hacia la paz"

1998-2016

Observe las palabras, los números y su nombre.

Solo pedazos de garabatos grabados en un pedazo de pared que significa que esa persona no regresara nunca más.

Lo que causo que algunas lágrimas se escaparan de mis ojos.

-¿Por qué tuviste que ser tú?-pregunte.

Me acerque hacia la lápida y me recosté en ella quedando con mi vista pegada hacia la ciudad. Podía verla porque el cementerio estaba en una colina un poco alta y alejada de la ciudad, por lo cual ningún ruido de las calles o de las personas se puede escuchar.