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Suni caminaba tranquilamente por las calles , sonriendo a las personas que la saludaban y también a aquellas que le tenían miedo. La señora Osorio era una mujer de temer, y todo el territorio lo sabía. 

Llegó a tan conocida casa, algo lujosa, pero cálida. Tocó levemente mientras observaba aquella puerta de un color oscuro, escuchó leves sonidos de utensilios de cocina en el interior de esta. De un momento a otro ,la puerta se abrió dejando a la vista el rostro definido de un hombre de gran porte. 

— S-Suni —tartamudeó el hombre con sorpresa mientras abría de más los ojos, no esperaba está visita— ¿Q-Qué haces aquí?.

Suni le regaló una sonrisa coqueta mientras con toda confianza lo abrazaba por los hombros. 

— Kim Minho ,mi viejo querido mejor amigo —saludó con una sonrisa— ¿Cómo estas? —preguntó ingresando a la casa con total confianza, como si viviera ahí— ¿Qué vamos a almorzar?, Vine con mucha hambre —volvió a preguntar al sentir el rico aroma de comida recién preparada, su estómago exigía comida— ¿Donde está la puta esclava? —se escuchó la  voz algo gruñona de la mujer, mientras le daba una mordida a la tostada que había encontrado. 

Kim Minho soltó un chasquido al oir el apodo que le había puesto su mejor amiga ,hacia su esposa. 

— ¡No le digas así ,nonna! —regañó Minho con un gruñido— ¡Ella no es una puta! —declaró en un grito— ¡Tampoco una esclava!. 

Suni gruñó ante el grito, ella no se deja gritar por nadie. Y Minho se dió cuenta, ya que vió el ceño fruncido de su mayor. 

— ¡Me acabas de gritar! —retó con enojo en su voz ,mientras veía fríamente a su menor. Dejando de lado la tostada que anteriormente estaba disfrutando— ¡Bien, hoy quedas sin huevos Kim Minho! —sentenció tomando la tijera de cocina ,que mágicamente se hallaban en sus manos— ¡Corre por tu vida! —fue lo último que dijo para luego salir corriendo detrás de su amigo. 

Minho corría de forma desesperada por toda su casa tratando de esconderse de la loca, llamada su mejor amiga, que había ingresado a su hogar. 

Ambos corrían por toda la casa ,Suni con una sonrisa maliciosa en su dulce rostro y Minho sudando frío por el miedo. 

— ¡Te ordenó que te detengas Kim! —lo señaló con las tijeras, Minho negó con temor detrás del sillón frente a la mujer— ¿No? —preguntó mientras su ceño se fruncia más— ¿Has dicho que no? —retó. 

Minho negó nuevamente con temor pasando saliva pesadamente. 

Antes de que Suni volviera a hablar ,un olor ,algo peculiar, llegó a su nariz. Un olor fuerte. 

— Espera —habló hacia el hombre, levantó la mirada tratando de encontrar el centro del olor— ¿Cómo que huele a puta? —susurró soltando un gruñido. 

"Pollito Valiente" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora