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Un curioso conejito miraba el interior de la mochila con sus ojos llenos de intriga por los objetos que pudo haber traído su mamá Suni

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Un curioso conejito miraba el interior de la mochila con sus ojos llenos de intriga por los objetos que pudo haber traído su mamá Suni. Vió un cinta de color rojo que le llamó la atención ,sin temor jaló aquella cinta ,pero al ver de qué se trataba abrió los ojos desmesuradamente mientras sentía que se le iba la respiración, y sus manos comenzaban a sudar. 

— M-Mamá Suni —tartamudeó enseñando el objeto con su mano temblorosa a la mujer que la veía con lo ojos bien abiertos— ¿Jimin-ssi se pondrá esto? —preguntó curioso y algo perturbado al imaginarse a su mayor con eso puesto. 

"¡No Asher-ah, no lo imagines!"—le regañó su pequeño conejito soltando un gruñido y pisando fuerte—"¡Yo le soy fiel a mi DyDy !" 

Joaquín al oír su nombre quitó su mirada de Emilio ,quien aún no despertaba de su dulce sueño, para llevarla al joven pelinegro que lo nombró observando lo que tenía en la mano ,abriendo los labios y ojos de la sorpresa. 

Suni Osorio sin perder el tiempo tomo la prenda y la guardó en su espalda ,para que no la sigan viendo. Y bien ,de que trataba la prenda. Era nada y menos que una lencería de mujer de un tono rojo fuego. 

— ¡Mina-ah! —gritó con enojo la señora Osorio mientras apretaba aquella prenda en sus puños— ¡Te golpearé cuando te vea! —amenazó al aire con enojo— bebés, ustedes hagan como que no pasó nada —le habló a los jóvenes regalandole una sonrisa. 

Tanto el menor como Camilo asintieron lentamente, volviendo a buscar en la mochila con temor de encontrar algo peor. 

Joaquín caminó a pasos lentos al lado de sus amigos que curiosos buscaban en la mochila. Él también tenía algo de curiosidad, vió como poco a poco fueron sacando objetos como ropas, relojes, sombreros e incluso pudo distinguir joyas. 

— Mamá Suni, ¿Nos pondremos esto? —preguntó Asher curioso enseñando la cadena de oro a la mujer que asintió a sus palabras— ¡Sí! —celebró el pequeño conejo, imaginando el como se vería con una cadena de oro alrededor de su cuello. 

Mamá Suni se acercó a los jóvenes , olvidándose de su hijo por un momento, para poder entregarle la ropa que se iban a poner a cada uno. 

— Bien, tú te pondrás esto ,Asher—le entregó un grupo de ropa de un color oscuro junto a una campera militar— tú esto, Camilo— le pasó un pantalón de cuero con una camiseta oscura— y tu, Joaco, te pondrás esto —le enseñó la ropa que se pondría observando como los ojos del pequeño pollito se abrían de la sorpresa. 

— E-Eso —tartamudeó señalando la ropa que estaba en las manos de la mujer. Suni asintió. 

— Y no quiero un no de respuesta —advirtió dándose la vuelta en dirección al pasillo de las habitaciones— vayan a vestirse —avisó— en quince minutos nos reunimos en la cocina ,quien llega tarde tendrá que lavar la ropa de los demás por una semana —sonrió de forma traviesa. Como si se tratara de una carrera todos se pusieron en posición— ¡A sus marcas! —exclamó mientras todos fijaban su mirada en su objetivo— ¡Listos! —todos estaban ansiosos por correr— ¡Fuera! —gritó por último saliendo toda prisa hacia su habitación. 

En el transcurso del mini maratón hubo caídas por parte de Camilo, tropiezos de parte de Joaquín y carcajadas de parte de Asher y mamá Suni.    

[...]  

Luego de 15 minutos ,con la respiración agitada, las personas comenzaron a ingresar a la cocina con la ropa desacomodada. Pero mamá Suni, no.  Ella se encontraba sentada observando sus uñas mientras acomodaba su cabello azabache detrás su oreja con pose de diva sonriendo con triunfo al ver a los demás ingresar. 

— Bienvenido Camilo-ah, siéntate —señaló al asiento frente a ella— ¿Deseas agua? —preguntó. El tierno koala asintió mientras trataba de calma su respiración, había sido el maratón de su vida. 

— Gracias. 

En segundos ingresó un pelinegro tropezando con sus pies tratando de su subir su pantalon de cuero. También con la respiración agitada. 

— Bienvenido Asher—lo recibió Suni con una sonrisa, mientras señalaba al asiento al lado de ella— siéntate —demandó con voz firme sonriendo, tenía que preguntarle algo al pequeño conejito ,no se escapará de sus manos. 

Asher obedeció. 

— Pensé que había perdido —comentó Jungkook tomando el vaso de su hyung ,quería un poco de agua por el maratón que se lanzó— ¿Joaquín aún no viene? , Tendrá que lavar nuestra ropa —habló soltando una leve risa por no haber perdido. 

Cuando el pelinegro terminó de hacer su pregunta, un joven rubio ingresaba a la cocina con nerviosismo por la ropa que llevaba. En sus años de vida nunca se había puesto algo así, llevaba un pantalón de cuero que se ajustaba a su moldeado cuerpo con una camiseta de cuello abierto que dejaba a luz sus clavículas, y todo su cuello. Su fragancia se hacía notar más. 

— ¡Oh! —exclamaron todos al ver al pollito con esa ropa , Joaquín se sentó al lado de Camilo con timidez y las mejillas sonrojadas. 

— Si después de esto Emilio no se enamora de tí, lo daré el adopción. ¡He dicho, caso cerrado! —sentenció mamá Suni golpeando con su puño la mesa alertando a sus menores— te ves hermoso Joaco—habló con total sinceridad regalandole una sonrisa, las mejillas del menor se volvieron dos pequeños tomates de lo rojas que estaban. 

— Opino lo mismo que mamá Suni —se oyó la voz de Camilo que le sonreía mostrando sus tiernos hoyuelos— te ves bien , Joaco—dejó suaves caricias en los cabellos dorados del menor quien asintió con timidez. 

— Te vez cool, BrO —habló Asher enseñando su cadena mientras acomodaba los lentes oscuros que llevaba puesto, entrado en su papel. Mamá Suni río por las ocurrencias de menor— ¿Qué?. 

Suni dejó de reír para mirarlo fijamente, Asher sintió temor. 

— Tú, jovencito, me tienes que contar como conociste a tu "prometido" —resaltó la última palabra haciendo comillas con sus dedos. El que fue capaz de quitarle a su bebé, aún no era aceptado en la familia. Tenía que pasar primero por un par de pruebas— ¿Y bien?. 

Asher pasó saliva mientras comenzaba a narrar. Mientras esto pasaba, en una de las esquinas de la cocina se despertaba un perdido Emilio que trataba de abrir sus ojos con dificultad sintiendo un dolor fuerte en su nuca.

—"¿Qué sucedió?"— le preguntó a su gato que también andaba perdido soñando con conservas de atún. 

Que le esperaba a este gruñón felino una vez sea conciente de la sorpresa que le tienen preparado.                               

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"Pollito Valiente" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora