Yo tengo un nuevo amor
que me hace tanto bienme quiere como soy
quizás incluso como tú
me acompaña adonde voy
también entiende nuestro amor
cuando no tiene explicación
ni hace falta discutir.Bendice mi amor.
💭
Sus besos eran dulces, sus palabras eran cálidas y sus sonrisas brillantes. Jean parecía ser el novio perfecto, y es que él de seguro lo era.
Yuri nunca antes había tenido pareja, por lo que en cuanto se convirtió en el novio de Jean, se sintió un poco extraño. Era raro poder caminar con alguien de la mano, a veces lo hacía con Otabek, pero no de ese modo. Tenían a penas unos días de noviazgo cuando Yuri presentó a JJ con sus amigos, en la hora del almuerzo, donde estaban todos reunidos. Se sintió algo nervioso, por lo que rápidamente sintió la mano de su novio dándole ánimos.
— Hey, bueno, ya les había hablado de él, les presento a Jean, mi novio.
La respuesta de sus amigos no se hizo esperar. Yuuko se cubrió el rostro producto de la sorpresa, a la vez que dejaba salir un gritito emocionado; Yuuri le mostró una sonrisa brillante que contrastaba con el ceño semi fruncido de Víctor; Mila le sonreía casi con orgullo, la rusa ya había adoptado a Plisetsky como su hermanito, sobre todo cuando escuchaba a Otabek hablando de él. La mayoría de los presentes estaba felicitando a la pareja, aunque, claro, no todos estaban tan felices con la noticia.
Jean, mientras sonreía aceptando los elogios, podía ver el aura de molestia que rodeaba al mejor amigo de Yuri. Otabek Altin, el moreno que estaba con su ángel el día en que le vio por primera vez, estaba más serio que de costumbre, aplaudiendo estoico junto a sus amigos. Yuri le había hablado de él un montón de veces, eran mejores amigos hace casi siete años, no tenía que ser un genio para saber y entender que Plisetsky y Altin eran inseparables y que se tenían un cariño enorme.
Jean no podría competir contra eso.
Estaba bien, el canadiense lo aceptó en cuanto conoció a Yuri, porque Otabek siempre fue tema de conversación. Cada vez que Jean le enviaba un mensaje a Yuri preguntándole dónde o con quién estaba, la respuesta era casi siempre "Beka". No era extraño leer o escuchar la frase "Estoy con Beka, es nuestro fin de semana" o "No puedo, voy a ir con Beka", "Beka usa el mismo perfume", "Beka tiene el mismo corte".
En un comienzo, JJ tenía pensamientos homicidas cada vez que escuchaba el nombre del kazajo, sin embargo terminó por acostumbrarse. Sabía que el amor de Yuri hacia su amigo era completamente distinto, era muy poderoso, no tenía ni voz ni voto en él. Así que Leroy tuvo el plan de hacerse amigo de Otabek, después de todo, tendrían que llevarse bien, ambos tenían algo en común: amaban a Yuri.
No obstante, poco duraron sus planes, pues ahora sentado en la mesa del comedor, Otabek no parecía nada amigable. Sintió como Yuri se sentaba junto a sus amigos, jalándolo a su lado. Quedó cara a cara con el moreno, obligado a observar su expresión severa y la manera en que maltrataba a su almuerzo.
— Así que, Jean, tú eras el chico misterioso que tenía a nuestro Yurio en las nubes...— Yuuko le sonríe al canadiense, mientras Yuri frunce el ceño, completamente avergonzado.
— Se podría decir que sí.
Jean se encoje de hombros, sonriendo encantador como siempre, tomando la mano de su novio para dejar un beso en el dorso de esta. Todos en la mesa dejan salir sonidos de ternura, las mejillas de Yuri enrojecen de un momento a otro.
Otabek deja de prestarles atención, desviando su mirada.
🌹
Era viernes, casi dos semanas después de la presentación de Jean como su novio. Otabek y Yuri estaban en la casa del menor, haciendo galletas para luego seguir con su maratón de Harry Potter. El rubio le había pedido dulces a su abuelo, quien últimamente estaba algo distraído, así que al darse cuenta de que Nikolai había olvidado su encargo, decidió hacer él mismo un bocadillo. Qué tan difícil podía ser.
— ¿Sabes? No creo que lo estemos haciendo bien, Yura.
Otabek mira el video de la receta, observando la masa suave que no se parecía en nada a la que ellos estaban preparando. Yuri le ve ofendido, a la vez que estira la mezcla con un rodillo para luego cortar figuras de gatitos, sonriendo satisfecho con su resultado.
— Es que en vez de huevo le puse aceite, es casi lo mismo, además le puse más chocolate y miel, más delicioso aún.
Yuri le sonríe orgulloso, con un rostro demasiado angelical. Otabek deja salir una risita, sin entender cómo es que su mejor amigo ya estaba por cumplir los 17 años. Si fue ayer cuando le vio bailando ballet en la parte abandonada del colegio, el chico con el cabello largo que parecía un hada.
— ¿Para qué buscas una receta si no le vas a hacer caso?
— ¿Qué vas a saber tú? Cállate y enciende el horno, Otatonto.
El kazajo no puede hacer más que obedecer y reír, ayudando a su amigo con el resto de la masa, cortando gatos y osos. No puede quitar los ojos de Yuri, su mejor amigo sea veía incluso más maravilloso que de costumbre, dejando de lado toda su actitud intimidante para ser el joven que en verdad era. Ambos se sorprenden cuando la gata del menor se sube de un salto a la mesa, regando toda la leche, molestando a su dueño.
— ¡Joder, Canela!— El rubio deja de lado su tarea y en seguida limpia el desastre, Otabek ríe.
— La próxima vez le diré a mi madre que nos prepare galletas, hacerlas nosotros mismos es muy difícil.
— ¿Para qué molestarla, Otabek?— Yuri habla despacio, aún tratando de limpiar el desastre hecho por su mascota.
— Si son para ti, estará encantada.
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Para sorpresa de todos, las galletas resultaron todo un éxito, tanto así que Otabek no dudó en comer una bandeja completa. Estaban en la cama del rubio, envueltos entre un par de mantas junto a una fortaleza de almohadas, la gata de Yuri dormía entre ellos dos, aprovechando su calor. La televisión mostraba a Harry Potter, pero el kazajo no estaba prestando atención, pues sus ojos estaban pegados en Yuri, quien estaba enviando mensajes con su celular.
— Me voy a comer todo si no me detienes, Yura.
— No, imbécil, tengo que dejarle a mi abuelo.— Yuri ve a su amigo con el ceño fruncido, dejando de lado su teléfono. Le golpea en el brazo al darse cuenta de que solo quería llamar su atención.
— ¿Con quién hablas? Harry Potter está esperando.
— Jean.
Yuri acaricia a su gata, Otabek por su parte tiene el impulso de poner los ojos en blanco, sintiendo como de un momento a otro su galleta ya no es tan dulce.
— ¿Qué quiere?
— Solo me habló porque vio mi snapchat, luego hablamos sobre lo que haremos mañana.
Oh, lo había olvidado. Mañana era fin de semana con Mila, y en consecuencia, era el fin de semana de Leroy y Yura. Trató de restarle importancia, viendo en la televisión cómo Draco Malfoy llamaba "estúpido pollo" a Buckbeak. Yuri continúa con su celular.
— ¿Qué harán?— La voz del moreno se escucha ronca, interrumpiendo los pensamientos de Yuri, quien le ve desconcertado.
— ¿Qué?
— Tú y Leroy, ¿Qué harán mañana?— Otabek finge desinterés, llenándose de galletas, acariciando a Canela.
— No estoy seguro. Queríamos salir, pero tengo que estudiar biología, tengo examen el martes...— Yuri frunce el ceño mientras mira la película, Otabek sonríe.
— Puedo ayudarte con biología, si quieres.
El menor le mira divertido, hundiéndose más en la cama, bajo el montón de mantas.
— Tienes a Mila, Otabek.
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Hijos Del Peligro [otayuri]
Fanfic🥀Primer lugar en los Premios Russian Heroes 2017🥀 Otabek es el primogénito de la familia Altin, con una madre comprensiva, un padre maltratador de mente cerrada y tres hermanas pequeñas que él cree debe proteger. Su vida aparentemente perfecta pie...