Capítulo 31: ser amigos

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yo siempre pensé que estabas hecho para mí
Como pude creer que yo estaba para ti

Si el futuro se fue, no pudimos detenerAl viento que sopló y todo se llevó
Nos decimos adiós
Amor que te vaya bien

Vamos a olvidar este lío, quizás podamos ser amigos.

💭

Los ojos verdes de Yuri le veían aún adormilados, ignorando todo a su alrededor, como el corazón acelerado de Otabek, el nudo en la garganta del kazajo y el cielo lila que anunciaba la llegada de un nuevo día. Era demasiado temprano, y estuvo a punto de protestar, hasta que sintió una cálida mano reposar sobre su mejilla, haciéndole sonreír.

Escuchó su nombre un par de veces, y se obligó a sí mismo a quitarse el sueño para prestarle atención a su insistente novio.

— Beka, es jodidamente temprano.

No pudo acabar la frase sin que se le escapara un bostezo, y el moreno le observaba atentamente, estudiando cada parte de Yuri Plisetsky antes de alejarse de él para siempre. Yuri pudo sentir aquella mirada, y supo que había algo mal. La mano de Otabek seguía en su mejilla, y por un segundo, Yuri quiso aferrarse a ella, con miedo.

— ¿Pasa algo?—Era tonto que preguntara, pero no podía culparse, porque siempre se había comportado como un tonto junto a él.

— Yura...

"No lo digas"

La mente de Yuri iba demasiado rápido como para haber despertado hace unos minutos, y de repente su corazón se había estrujado con fuerza, mientras que su garganta se cerraba. Otabek le veía con una mueca triste en el rostro, arrastrando sus dedos por el rostro de Yuri, tratando de memorizar cada detalle de su imagen, con su cabello desordenado y los ojos verdes de soldado.

Quería memorizar todo de él, excepto esa expresión de tristeza que estaba haciendo poco a poco.

El ambiente era pesado, y apenas podían escuchar sus respiraciones. Pero aún peor era la mente de ambos, revuelta y confusa, lo suficiente como para que los segundos pasaran lentos y tortuosos, hasta que el moreno volvió a hablar, con voz baja.

— Yura, fuiste siempre lo más hermoso...—Sus dedos apenas y rozaban la piel del menor, con sus ojos castaños mirando fijamente, luchando contra el nudo en la garganta.— Tenerte en mi vida fue lo mejor que me pasó, aún cuando fui un idiota un montón de veces, volvería a cometer cada uno de esos errores con tal de estar ahora a tu lado...

"No lo digas, no hables en pasado, ni hables de nosotros en pasado"

Yuri veía a Otabek con insistencia, pidiéndole algo que Otabek no podía cumplir, que no iba a cumplir. El moreno dejó de ver los ojos verdes de Plisetsky, barriendo el lugar con su mirada, tratando de aguantar las lágrimas cuanto le fuese posible.

Dejó salir el aire, y Yuri apenas y podía verle, con las lágrimas resbalando por sus mejillas. Antes de siquiera oírle, ya sabía que era. Y era tan jodidamente doloroso.

— Sin embargo, Yura... creo que es momento de olvidar esto y ser amigos.

Y aún cuando lo sabía, no dejaba de doler un montón. Porque lo supo desde que Otabek le pidió un tiempo, que las cosas entre ambos no iban a funcionar, que tal y como fue desde un comienzo, él estaba amando demás. Porque jamás existe el amor sin dos personas, y Otabek parecía no estar dispuesto a amarle.

Y quizás, tan solo quizás, Yuri siempre lo supo.

Pero de igual modo le dolía, demasiado, y solo pudo limpiar con furia sus lágrimas.

Hijos Del Peligro [otayuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora