El parecido de tus ojos. - Yoonmin

04 - Extraño apego.

Número desconocido: Recuerde que tengo su número porque lo escribió el primer día que nos dio clases.

Número desconocido: También discúlpeme por haberle gritado hoy en la mañana, no sé qué me pasó, así que le ofrezco una disculpa.

Profesor Min: No, no se preocupe. Me tomé atribuciones que no me correspondían, y respondiendo a su pregunta... Me fui porque recibí una llamada del kinder de mi hijo avisandome que se había desmayado.

Park JiMin: Oh, ¿Fue grave?

Profesor Min: No, no fue grave, ahora está durmiendo.

Park JiMin: No pensé que alguien tan joven como usted tuviera un cachorro...

Profesor Min: Ya ve, joven.

Park JiMin: Bueno, espero que su hijo se mejore pronto. 😊

Profesor Min: ¿Ya ves qué no es tan difícil responder la pregunta de una persona que está preocupada por otra?

Park JiMin: Profesor, no quiero hablar de eso, en serio. 

—Papi...—La suave y adormilada voz de su cachorro sobresaltó al pelinegro, el cual de inmediato apagó su celular y presto atención a Yeonjun el cual tallaba sus ojos.—Papito...

—¿Cómo te sientes, mi vida?—Preguntó YoonGi meloso, acercándose al pelidorado para cargarlo entre sus brazos y tratar de calmarlo soltando su aroma de café amargo con algo de chocolate.—Bebito, aún tienes algo de fiebre... Me preocupas.

—Papi, ¿Por qué no tengo una mamá?

—Amor, ya te lo he dicho...—Respondió con dulzura acariciándole los cabellos, tratando de aparentar que esa pregunta no le había afectado en lo absoluto.—Cuando estabas muy pequeño ella me encargó cuidarte, lo acepté con el corazón y créeme que ha sido el regalo más grande mi vida, no me arrepiento de ser tu padre. Dime amor, ¿Acaso quieres irte con ella?

—No gatito, yo quiero vivir contigo siempre.—Aseguró enredando sus cortos brazos alrededor de su cuello, cerrando sus ojitos un instante.—Te quiero mucho, papá.

—Yo también mi bebé hermoso.—Besó su frente.—Mañana no irás al kider, lo más probable es que te vengas conmigo a mí trabajo pero tengo que avisarle a mi jefe.

—Mmh... suena bien ver donde trabajas, papito.—Confesó con una sonrisa divertida, YoonGi amaba tanto su sonrisa geométrica, se preguntaba de quién la había heredado.

—Tienes que prometerme que estarás tranquilito dibujando, no puedes estar corriendo ya que es un salón de clases ¿Vale?—Le dijo, Yeonjun asintió con lentitud.—Te dare muchos colores y hojas para que dibujes lo que tu quieras.

—¡Está bien Yoonie!

—¿Quieres ver una película de Disney?

—¡Pocahontas!

—Entonces revisemos los cajones viejos de papá para ver sí el disco sirve ¿Sí?

Toda la tarde se la pasaron viendo un montón de películas de Disney, YoonGi lloró en el Rey león pero se lo negó muchísimas veces a su hijo quién no había llorado para nada (Según él, claro). Esos momentos eran preciados para YoonGi, quería estar presente siempre en el crecimiento de Yeonjun no quería perderse de un instante ni que él pasara su infancia solo como la pasó YoonGi alguna vez.

—¿En serio no puedes cuidarlo, Namjoon hyung? Necesito que alguien cuide a Yeonjun mientras trabajo, Nam.—Preguntó preocupado, se estaba quedando sin opciones.