El parecido de tus ojos. - Yoonmin

17 - Amor

JungKook fue abriendo sus ojos lentamente al principio no logró mantenerlos abiertos por la intensa luz de la pequeña habitación donde se encontraba, estaba mareado, la cabeza le dolía y las náuseas persistían. Quería entender por qué, desde que JiMin estaba ingresado en el hospital no ha estado alimentándose del todo bien, su relación con TaeHyung iba de mal en peor siendo este último el que lo buscaba nada más para tener sexo y después se iba sin decir nada más. JungKook amaba a TaeHyung, lo adoraba, quería entender el por qué de sus actitudes pero en días como esos que estaba viviendo era imposible. No le importó mucho saber que JiMin había tenido una crisis y ahora estaba en coma, quiso ayudar a su amigo tratando de comunicarse con YoonGi pero fue en vano debido a que este último lo había bloqueado de todas partes.

—¿Se siente mejor?—Preguntó amablemente una de las enfermeras.

JungKook asintió sin mirarla, estaba avergonzado por haberse desmayado frente a la madre de JiMin.

—Ya sabe como nos ponemos nosotros los omegas en estos casos.—Bromeó divertida la mujer mientras anotaba unas indicaciones en el recipe, JungKook la miró confundido.

—¿A qué se refiere señorita?—Preguntó mirándola atento.—Solo me desmayé porque no me he estado alimentando muy bien.

—Ah sí, pero me imagino que está al tanto de lo demás ¿No?

—No entiendo...—Negó con su cabeza ¿Por le daba tantas vueltas al asunto?

La mujer lo miró incrédula y soltó una pequeña risa.—Pues es obvio, está en cinta, está esperando un cachorro.

JungKook la miró horrorizado y negó con su cabeza, no podía creerlo. ¿Esperando un bebé? Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus manos a temblar, no sabía cómo le daría la noticia a TaeHyung quien probablemente no reaccionaría bien ante esta. Tenía miedo, no quería que lo abandonara ni a él ni a su bebé.

—Debe de empezar con un control lo más pronto posible, ya sabe, nada más para revisar que todo esté bien con el bebé.—Sonrió, entregándole el recipe JungKook lo tomó y con ayuda de la mujer logró ponerse de pie.—¡Felicidades!

—¿Qu-qué voy hacer ahora?—Se preguntó en un débil susurro, llevando su mano libre a su vientre aún plano no podía creer cómo es que tenía entre sus entrañas a un bebé, un bebé de TaeHyung.

—¿Todo bien Kookie?—Le preguntó Chaerin con preocupación, extendiéndole un té.—Anda, te hará sentir mejor ¿Quieres qué llame a tu mamá?

—¡N-no!—Pidió negando con su cabeza.—No es necesario yo... mejor es que me vaya a mí casa.

—¿Le pido al chófer que te lleve? No te ves muy bien, corazón.

—No.—No quería que nadie lo viera, no quería saber nada de nadie. Besó la mejilla de la castaña y finalmente abandonó el hospital hecho un mar de lágrimas, sin saber qué hacer. Tomó su celular temblorosamente y llamó a TaeHyung reprimiendo sus sollozos.

—¿Qué pasó bebé?—Le preguntó coqueto.—¿Dónde estás?

—TaeHyung, necesito que nos veamos.

El rubio sonrió divertido y se incorporó en su cama después de dejar un beso en la espalda desnuda de un chico que dormía plácidamente a un lado suyo.

—Hoy no puedo precioso, mañana sí.

JungKook sollozó al escuchar la llamada siendo colgada.

Tenía miedo.

Del otro lado del hospital, Chaerin suspiró un poco estresada de las máquinas a las que estaba conectado su hijo, las cuales sonaban una y otra vez. Tomó la mano de JiMin, misma que seguía helada, sus cabellos empezaban a cubrir sus párpados y su peso era cada vez más bajo. Su corazón dolía, se sentía terriblemente mal por lo que estaba pasando, no quería perder a su hijo, quería una oportunidad para demostrarle cuánto podía amarlo. Había rogado tantas veces al cielo que se lo devolvieran, que las cosas serían diferentes.