El parecido de tus ojos. - Yoonmin

30 - Contigo siempre.

—Gracias por estar aquí, JiMinnie.—JiMin sintió unos brazos cubrirlo con delicadeza, de inmediato supo de quién se trataba al percibir su dulce aroma. El rubio correspondió al abrazo, permitiéndose derramar más lágrimas y dejar salir un sollozo, siendo consolado por la mujer.—No te culpes, no guardes más dolor en tu corazón.

—No me pude despedir, ni siquiera decirle cuánto lo quería.—Sollozó.—No tuve tiempo de decirle todo lo que sentía, mis verdaderos sentimientos.

—JungKook te adoraba, JiMinnie.—Aseguró la mujer tomándolo de las mejillas.—A pesar de que se alejaron por muchos años él nunca dejó de hablar de ti y de cuánto te quería.

YoonGi se acercó a JiMin y lo abrazó también, dándole la fuerza necesaria para seguir adelante a pesar de todo lo que estaba sucediendo. Acarició sus cabellos y soltó su aroma para tranquilizarlo, el dolor y la culpa era inmensa al no haber podido hablar por última vez con JungKook, poderle decir que lo perdonaba y que a pesar de todo lo seguía queriendo.

—Todo estará bien.—Aseguró el mayor consolándolo.—Lo estaremos.

—Yoonie...

Yugyeom pasó todo el funeral sentado a un lado del ataúd donde estaba JungKook mientras tenía cargado en brazos a su bebé quién durmió durante todo el proceso, YoonGi estaba preocupado por él porque entendía el dolor de perder a un ser querido de una forma cruel e injusta, se había impedido llorar para estar fuerte por JiMin y darle consuelo a la madre de JungKook, al ser hijo único, el dolor era más grande e insoportable. Yugyeom no creía poder soportar la muerte de JungKook y quedar solo con su bebé, no se creía capaz.

—Cuentas con todo nuestro apoyo, hyung.—YoonGi se sentó a su lado, acariciando los cabellos del bebé.—No estás solo.

—YoonGi, prométeme que cuidarás de Myungkook.

—Joder, no digas eso Yugyeom.—Rogó YoonGi mirándolo con preocupación.—Claro que lo cuidaré pero tú eres su papá, debes de ser fuerte por él y mantenerte de pie.—El mayor negó con su cabeza y abrazó a su bebé.—Por favor, no me hagas esto, no me pongas en esta situación.

—Sí yo llegara a faltar; definitivamente tú serías la única persona a la que le confiaría Myungkook. Por favor, prométeme que cuidarás de él, que nunca lo dejarás solo y que harás todo lo posible para que sea un niño feliz.

YoonGi dejó salir las lágrimas y terminó por asentir acariciando los cabellos de Myungkook, el cual, ante la situación permanecía profundamente dormido. El caos era enorme en los alrededores, pero al ser un bebé no se daba cuenta de lo que sucedía y YoonGi lo agradecía. Ningún hijo merecía ver morir a su padre y ver al otro desmoronarse ante ello. YoonGi no pensó que su vida cambiaría de golpe al enterarse de la noticia una semana después del funeral de JungKook: Yugyeom se había quitado la vida en su apartamento, dejó varios documentos en donde pedía que YoonGi fuera el tutor de Myungkook hasta su mayoría de edad junto con una nota que plasmaba todos sus sentimientos con respecto a la muerte de JungKook.

"Te extraño, hablando así te extraño más, incluso sí estoy mirando tu foto, te extraño. El tiempo es cruel, nos odia... quiero acabar con este invierno hasta que llegue la primavera."

Primavera, YoonGi pensaba que la primavera era la mejor estación de todas. No hacía frío ni calor, las flores florecían hermosamente y el ambiente era cálido y lleno de alegría; hace casi nueve primaveras había conocido a JiMin, el amor de su vida.

—Casémonos.—Soltó YoonGi de golpe, mirando a JiMin, el menor volteó a verlo con una risa nerviosa mientras tenía a Myungkook en brazos.—Quiero casarme contigo ahora, en la próxima primavera.