Después del funeral YoonGi regresó a su casa, esa que había compartido con Yeonjun durante los últimos meses. Habían todavía unos cuántos juguetes tirados alrededor de la sala de estar y la casa aún tenía ese olor a bebé al que olía su cachorro, las lágrimas volvieron a salir de sus ojos y ahogó un sollozo mientras se dirigía al cuarto de Yeonjun, aspiró su aroma y abrió el clóset donde apenas quedaba ropa del pelidorado debido a que casi todo su guardarropa se había quedado en casa de TaeHyung, YoonGi sollozó con fuerza y tomó entre sus temblorosas manos una caja mediana en donde tenía guardada toda la ropa de Yeonjun cuando era un recién nacido, pegó contra su pecho un mameluco de color celeste derramando lágrimas sobre éste.
—Y-Yeonjun...—Lloró acariciando unos pequeños zapatitos, los primeros que usó.—Cachorro...
El timbre de la entrada sonó, anunciando que alguien estaba afuera. YoonGi al principio no quería salir sin embargo los sonidos insistentes del timbre lo estresaron aún más así que arrastró sus pies descalzos hasta la puerta, no se esperaba que al abrirla se encontraría con JungKook.
—¡No-no cierres!—Pidió casi en un ruego al darse cuenta que YoonGi quiso cerrarle la puerta en la cara. El azabache lo miró atentamente, notando las cosas de bebé que tenía entre sus brazos, las lágrimas también hicieron acto de presencia en sus ojos y apretó sus labios para no llorar.
—¿Qué haces aquí?—Le preguntó mirándolo con desagrado.—Eres de las últimas personas a las que deseo ver JungKook.—Dijo con dureza.—No quiero ver a nadie.
—Yo...—Las palabras apenas le salían.—P-por favor, déjame hablar contigo.
YoonGi suspiró y se hizo a un lado, permitiendole la entrada a su casa. Cuando JungKook entró cerró la puerta tras sí y lo miró fijamente, se sentía mal, no quería ver ni escuchar a nadie.—¿Qué mierda quieres JungKook? ¿Vienes a burlarte de mi? ¿Te mandó TaeHyung para qué lo hicieras?—Sus palabras eran hirientes y llenas de dureza y rencor, JungKook negó con su cabeza secando sus lágrimas.
—Quiero... pedirte perdón.—Murmuró.—Perdóname... yo... lo lamento.
—¿Qué se supone qué pase con tus malditas disculpas? ¿Acaso Yeonjun va a revivir por eso? No necesito de tu perdón, no necesito nada que venga de ti, de TaeHyung y mucho menos de JiMin.
—Entiendo que no quieras perdonarme ni a mí ni a TaeHyung, pero JiMin es el menos culpable de todo esto.—Lo miró a los ojos, enfrentándolo.
—Yeonjun está muerto ¡Muerto!—Gritó con todas sus fuerzas y sollozó amargamente.—Por tu traición me separaron de-de mi cachorro y estuvo mucho tiempo separado de JiMin.
—Yo... yo solo quería tener a TaeHyung conmigo.—Hipeó.—No pensé qu-que... Yeonjun moriría.
—Eres un maldito egoísta.
—YoonGi hyung yo quiero que me perdones.—Rogó entre sollozos mal reprimidos.—Me siento terrible por lo que pasó, nunca debí permitir que los separaran, tienes todo el derecho a odiarme pero solo quiero tu perdón, perdóname.
YoonGi chasqueó sus dientes y lo miró con desprecio, apretando contra él las ropas de bebé.—Sucede que siempre se ha tratado de lo que tú quieres, JungKook. Tú también eres culpable de la muerte de Yeonjun, tú colaboraste también para que muriera solo por pensar en ti.
JungKook sollozó y asintió entre lágrimas, tenía tanta razón.
—Lárgate.—Pidió, se había quedado sin fuerzas siquiera para gritar.
—Hyung, por favor.—Rogó acercándose a él e intentó tomarlo del brazo, sin embargo, YoonGi lo empujó lejos de su persona tirándolo al suelo. JungKook se quejó un poco del dolor, aún le dolía todo su cuerpo en consecuencia de la cesárea.
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El parecido de tus ojos. - Yoonmin
FanficYoonGi es un Alfa con un lazo roto después de la muerte de su anterior Omega. Su corazón también está lastimado y los deseos de querer acabar con su dolor lo consumen por completo. Entonces, los llantos de un bebé fuera de su apartamento interrumpen...