25 - Lazo roto.

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JiMin estaba sentado solo en la sala de espera mientras movía su pierna con desespero, intentando parar la ansiedad que sentía en esos momentos al no poder estar junto con Yeonjun. Decidió no decirle nada más a YoonGi porque no tenía fuerzas para discutir con él por quién merece estar al lado de Yeonjun en esos instantes, obviamente JiMin sabía la respuesta y tenía más que claro que ese puesto lo merecía nada más que YoonGi. Alzó su cabeza al escuchar unos gritos provenientes de la entrada de la sala de emergencias, sus ojos se abrieron de par en par al ver que unos paramédicos llevaban en una camilla a JungKook el cual estaba inconsciente y tenía una máscara de oxígeno que lo ayudaba a respirar. Detrás de ellos corría TaeHyung quién no podía parar de llorar ante la situación que estaban atravesando, JiMin se levantó de la silla para observar un poco mejor a JungKook y después de percibir su aroma no pudo evitar derramar nuevas lágrimas, con diferente significado.

Estaba entrando en labor de parto.
 
—¿¡Qué le pasó?! ¡Solo tiene seis meses!—Exclamó JiMin aterrado, después de que las enfermeras no dejaran a TaeHyung entrar a la sala de urgencias junto con los paramédicos.—¿Por qué es-está apunto de tener a su bebé sí todavía no tiene siete meses?

—Estábamos discutiendo...—Susurró débilmente.—Quise irme de su lado porque finalmente me di cuenta de la clase de persona que soy, que no merezco a estar a su lado. Él no quería que me fuera de su lado, intenté h-hacerlo entrar en razón pero solo terminamos peor.—Explicaba entre lágrimas.—Él se empezó a quejar de unos dolores muy fuertes, después de unos momentos perdió el conocimiento hasta que llegó la ambulancia.—Dicho aquello explotó en llanto, JiMin negó con su cabeza y no pudo evitar echarse a llorar. JungKook era su amigo, se conocían desde pequeños y a pesar de todo lo que ha pasado en los últimos meses él no se merecía tener que pasar por algo así.

Todavía lo quería, no podía ni quería odiarlo.

—¿Cr-crees que pierda a su bebé?—Preguntó JiMin.

—No lo sé, pero... sí eso sucede créeme que no podré perdonarmelo jamás.—Volteó a verlo, JiMin relamió sus labios y agachó la mirada al sentirse mal por todo lo que estaba sucediendo.

—De algún modo siempre tienes la culpa de todo lo que pasa a tu alrededor, también por tu culpa Yeonjun está aquí internado condenado a muerte, ahora JungKook ha entrado en labor de parto antes de tiempo porque estaban discutiendo...—JiMin soltó una débil risa mientras intentaba secarse las lágrimas.—¿Será que estás condenado a esto, TaeHyung? ¿A hacer infeliz a quiénes te rodean?

—Créeme que lo sé JiMin, no tienes que decírmelo porque sé lo que he hecho. Sé que por mí culpa Yeonjun está aquí, sé que JungKook y mi bebé están en peligro por mi jodida culpa. No, no tienes que decírmelo porque es algo de lo que estoy muy consciente.—Empezó a alzar la voz, sin embargo JiMin no agachó la cabeza en ningún momento. Al menos esa vez quería demostrarle que no le tenía miedo.

—No puedo creer que alguna vez estuve enamorado de ti, TaeHyung.—El castaño negó con su cabeza mirándolo de arriba para abajo.—Creo que lo único bueno que me pudiste haber dado es Yeonjun.

—Por favor, no finjas que quieres a Yeonjun. Tú y yo sabemos perfectamente que no es así, que nunca has podido quererlo porque te recuerda lo que te hice, no te culpo, pero no permitiré que vengas a fingir que sientes algo más que amargura cada vez que lo ves.—Sus palabras eran duras, pero en parte ciertas.—Vamos, si tanto lo quieres ¿Por qué no discutiste con YoonGi para que pudieras estar también en la habitación?

—Porque YoonGi tiene muchos más derechos sobre Yeonjun que yo.

—Yo sí logré quererlo ¿Sabes? Me encariñé con Yeonjun desde la primera vez que empezó a vivir conmigo, no, nunca se lo demostré pero en los últimos días que pasamos juntos me encargué de llenarlo de todo el amor que no le pude dar en éstos últimos cinco años. Yeonjun es mi hijo e independientemente de lo que haya pasado entre los dos, yo lo amo, lo amo con todo mi corazón.—Dijo, y finalmente se rompió a llorar.—Lo amo, y me duele saber que morirá...

El parecido de tus ojos. - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora