24 - Pérdida

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Dos horas después, Hospital Central de Seúl.

Miles de cosas pasaban por la mente de YoonGi mientras esperaba noticias de Yeonjun, él mismo había sentido como el lobo del menor desaparecía de repente sin dejar rastro, eso era muy peligroso para los niños tan pequeños como él. Perder contacto con su parte animal solía ser peligroso para los adultos, pero para los niños era casi una sentencia de muerte. YoonGi no quería pensar más allá, no quería torturarse pensando en esas cosas que únicamente lo llenaban de mucha inseguridad. YoonGi observó a TaeHyung y notó que estaba llorando en silencio entonces supo que la salud de Yeonjun le preocupaba mucho. Volteó a ver también a JiMin, él tenía la mirada perdida en un punto de la sala de espera, no había hablado desde que llegaron, ni siquiera estaba llorando, estaba ido.

—¿Familiares del niño Min Yeonjun?

—¡Yo soy su papá!—YoonGi fue el primero en reaccionar y se acercó corriendo al médico tomándolo de los hombros con desesperación.—¡Dígame cómo está mi hijo por favor! ¿Está bien? Por favor dígame que está bien.

—Lo que está pasando es muy delicado señor Min, ¿Recuerda que yo mismo le expliqué hace meses lo que podía suceder sí Yeonjun no tenía contacto con sus verdaderos padres?—YoonGi asintió rápidamente, no, no quería recordar.

—Pero éstos últimos meses Yeonjun ha estado viviendo con su padre alfa, supongo que eso le ha hecho bien ¿Verdad? ¿Entonces por qué está aquí?—YoonGi no entendía quería hacerlo, pero no podía.

—No, las cosas no son como usted cree señor Min. Es necesario que los primeros diez años de vida de un niño tenga mucho contacto con sus dos padres, recibiendo diariamente los aromas y estimulaciones de ellos, cuando eso no pasa o el cachorro es abandonado esto puede ocasionar un colapso en el lobo del menor ocasionándole una incapacidad de tener contacto con su parte animal.—Explicó.—Sé que es duro lo que voy a decir pero, lamentablemente, la parte animal de Yeonjun ha muerto. Su lobo murió.

—¿Qué?—JiMin abrió sus ojos asombrado y las lágrimas no tardaron en salir. Era su culpa, por todo lo que había hecho su niño había perdido todo contacto con su lobo, es más, ni siquiera existía.—N-no puede ser...—Un sollozo escapó de su boca.—Es mi culpa, todo esto es mi culpa...—Murmuró entre débiles sollozos a la vez que apretaba la tela de su pantalón.

—Básicamente Yeonjun se ha convertido en un simple humano. Esto, como sabrá, sucede en raros casos con los adultos pero pueden vivir sin su parte animal. Sin embargo en un niño es casi una sentencia de muerte, se necesita de muchos cuidados y atenciones para que el niño tenga un buen crecimiento ya sea como alfa u omega. Y como sabrá, Yeonjun no tiene nada de eso.

YoonGi no podía hablar, un nudo se había formado en su garganta que no lo dejaba hablar. Estaba atónito y lo único que podía hacer era llorar.

—Cabe destacar que su enfermedad cardíaca ha empeorado toda esta situación, su corazón está increíblemente debilitado e incluso se ve mucho más grande que la última vez que lo analizamos. Señores... Lamento decírselos, pero, no le queda mucho tiempo.—Informó el doctor con una expresión de lástima.

—¡No! ¡Usted tiene que hacer algo, tiene que salvarlo no puede dejar que se muera!—Finalmente YoonGi reaccionó y tomó los hombros del doctor, sollozando, gritando mientras lo zarandeaba.—¡Usted no puede dejar que mi hijo se muera!

TaeHyung no reaccionó en ningún momento ante la noticia, estaba shockeado y no se podía mover. No sabía cómo reaccionar, y lo único que pasaba por su mente era lo culpable que era de todo esto. Sí tan solo se hubiera hecho cargo de Yeonjun desde antes de nacer nada de esto estaría sucediendo, sería un cachorro feliz al lado de sus dos padres a pesar de no haberse casado. Sí no hubiera sido tan imbécil su hijo no moriría. Era su culpa, por su culpa Yeonjun iba a morirse y jamás se lo perdonaría. Lo sabía, había logrado amarlo por sobre todas las cosas y ahora que él no estaría nunca más a su lado eso le rompía el corazón entre más pasaban los segundos.

El parecido de tus ojos. - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora