Cap. 32

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Una emboscada se hizo presente en la secta Yiling sin siquiera esperarla, parecía que no iban a jugar limpio los de la secta Jin, Wei Wuxian no se encontraba en ese momento cuando la atacaron, solo estaban sus hijos, y otras personas de la secta.

Lan WangJi tampoco estaba en la secta ya que había ido a hablar con su tío en Gusu.

Los guardias fueron derrotados y ahora era cosa de sus hijos con sus parejas proteger la secta de los invasores.

-De alguna manera se enteraron que nuestros padres no estarían-eso lo dijo JinJing quien había puesto una barrera en la entrada para retrasar un poco su invasión.

-Son unos malditos, mataré a Jin GuangYao cuando lo tenga enfrente-eso lo dijo Wei Yun tocando su xiao negro.

La energía resentida salía debajo de la barrera atormentando a los que estaban afuera.

-A este ritmo lograrán entrar-eso lo dijo Song Lan quien empuñaba su espada junto con Xingchen quien vigilaba desde una de las ventanas.

-No, no lo harán-JinJing sacó su flauta para comenzar a tocarla.

Pronto, la sala se comenzó a llenar de cadáveres feroces y delante de ellos estaban los hermanos Wen esperando órdenes.

-Wen QiongLin, Wen Qing-los volteó a ver y estos solo asintieron a su voz-, este trabajo se los dejaré a ustedes, desmiembren a todos los de la secta Jin, ¡envienlos en pedazos a su secta!-solo un silbido provocó que los cadáveres corrieran hasta la puerta de la secta.

Los talismanes fueron retirados en cuanto llegaron a la puerta los cadáveres, lo único que se oía afuera eran gritos de los cultivadores que estaban afuera.

Se escuchaban las espadas desgarrar carne pero también los gruñidos de los cadáveres que se dedicaban a despedazar a sus enemigos.

-¿Cómo esta todo por allá Xingchen?-eso se lo preguntó Xiao Yang mirando a su dirección.

-La vista no es tan bonita como tu crees A-Yang, es perturbador ver como el General Fantasma y su hermana despedazan a los cultivadores con solo una mano, a este paso voy a vomitar-desvío la mirada para ver a los que estaban en espera.

-No exageres Xingchen, fuiste tu quien quiso apoyar allá arriba-le recriminó Song Lan con una mueca de disgusto.

-Pues a la próxima no me den permiso ni me digan que si aunque les ruegue-regreso la vista a la ventana-, estén preparados, algunos lograron evadir a los cadáveres y se dirigen donde están ustedes-se bajo de un salto para envainar su espada junto a Song Lan.

En tan pocos minutos se encontraban peleando con algunos cultivadores los de la secta Yiling, a pesar de que estaban ganando ya los habían herido bastante.

-¡Wei Yun!-le grito su gemela sin dejar de pelear.

El mencionado la miró de reojo y se asusto verla sangrando de todos lados y con sangre en la boca, mató a un Jin y corrió hacia ella sin detenerse.

JinJing iba a caer al piso pero Yun la ayudo antes de hacerlo, los demás se encargaron de matar a los que faltaban con ayuda del General y su hermana mientras que Yun ayudaba a su hermana.

-¿Te encuentras bien A-Jing?-le pregunto al sentarse a un lado de ella.

-No A-Yun, esos malditos me hirieron demasiado-rio amargamente quejándose en el proceso.

-No te rías Jing, estás muy débil-la reprendió nerviosamente.

JinJing iba a decir algo cuando el sonido de una citará se escucho a lo lejos, los hermanos sabían que quien solo tenía guqin era ella y...su madre.

Como pudieron, salieron para ver que pasaba, en cuanto llegaron varios estaban en el piso muertos.

Cuando miraron al responsable no se sorprendieron; más bien, se lo agradecieron de todo corazón, a este paso ya estarían muertos.

Con sumo cuidado se acercaron hasta sus padres pero antes de llegar Song Lan caminó a Jing para levantarla como princesa ante los ojos de su gemelo y sus padres.

-Gracias A-Lan-le sonrió la pequeña alfa para abrazarse a él poco después.

-Lan Zhan, llevala a su habitación-se escuchaba tranquilo el líder de la secta pero estaba que echaba chispas del coraje-, recogeremos la estancia hasta dejarla limpia, tu también ve con tu madre A-Yun, al igual que ustedes-miró al XingYang malheridos.

Todos acataron la orden y solo el líder junto con los cadáveres recogieron la estancia, Wei Wuxian vengaria esta osadía y se encargaría de que la secta Jin lo sopesara de la peor manera posible.

Wei Wuxian era bueno por las buenas pero por las malas solo su esposo e hijos sabían que era capaz de hacer, eso jamás se los iba a perdonar.

¡NUNCA!

Un Giro De 180° (XianWang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora