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Hexide

Ya era de mañana y el despertador con un chillido aterrador, produjo que la humana golpeara su mesita de noche para así dejarlo caer y que parara el bullicio.

La puerta fue azotada mostrando a la pequeña demonio con el uniforme de Hexide doblado y listo para ser usado.

—Luz es momento de que te alistes para ir a la escuela...¿Luz?

—Mmm cinco minutos más - dijo cayendo de nuevo en la cama-

La demonio hizo un hechizo de luz frente a la humana quien tratando de cubrirse con una de sus cobijas, se cayó al suelo despertando por el golpe.

—¡Desperté! No estaba dormida - habló con rapidez-

—Iré a informarle al emperador que ya estas despierta, quiere verte antes de irte, procura ser puntual. - luego se fue -

La morena se dirigió al baño y mojó su rostro para verse luego en el espejo, había pasado varias noches practicando a manejar la magia con sus guantes luego de las clases que Odalia le daba de la magia de oráculo, se sentía un poco exhausta pero valió la pena debido a que ahora sabía como utilizarlos perfectamente.

—Tu puedes Luz, después de años al fin te relacionaras con brujos de tu edad, harás amigos como Stev y practicaras magia más a fondo de los demás aquelarres.

Dicho esto se puso su uniforme gris, peinó su desordenado cabello dejando caer sus dos mechones al lado que daban a la altura de su hombro, llevó consigo su mochila corrió por el pasillo en busca de las escaleras para ir con el emperador.

—Buen día padre - saludó al brujo-

Tan pronto como se sentó, uno de los guardias paró a su lado dejando su desayuno listo. Comenzó a comer esperando que Belos le dijera algo, pues la había estado observando desde que llegó.

—Steven se ofreció a hacerse cargo de ti cada que vayas a Hexide, nada de atajos, nada de desviaciones y no llevaras tus guantes o el bastón.

—¡¿Qué?! Por queee

—Irás a aprender no a pelear con el primer brujo o bruja que se te cruce y espero no causes problemas - habló con firmeza, soltando una que otra feromona-

—Lo sé, pero según me cuenta Lady Bligth, hay monarquías según el género que tengas y me conoces padre, no dejaría que un Omega o beta salga dañado por la imprudencia y arrogancia de un alfa.

De sólo pensarlo la ponía de mal humor y las feromonas de la chica se hacían notar debido que había tensado a los guardias, el emperador se mantuvo firme, evitó inmutarse frente a la chica y a los suyos.

—(Cada vez es más poderosa) - pensó Belos con su mirada fija en la adolescente - Así es la vida Lu, los más fuertes prevalecen y los débiles caen, ¿no seria maravilloso así? Donde tu y yo somos más que ellos.

Pero Luz no quería discutir ni corregir al emperador, le había jurado lealtad a su padre y lealtad al Titán quien ponía el verdadero poder.

—Lo sé, pero ¿n-no crees que defendiendo a los débiles ganarías su confianza y con ello su apoyo? - preguntó ocultando su nerviosismo-

Mentir no era lo suyo pero quería evitar una discusión, además quería que Belos le diera el permiso de poder defender a todo aquel que lo necesitara sin alguna clase de distinción de género.

Justicia al TitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora