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» Sin nada «

Ya en formación y empuñando sus armas, los soldados controlados se acercaban a velocidad hacia los rebeldes con una sola intención, asesinar, ¿quién dijo que aún quería capturarlos?

Dentro de sí, sonreía, estaba tan seguro y confiado que esta batalla ya la tenía ganada, pues Luz Noceda no sería capaz de dañar ni a un solo gato a pesar de que la haya rasguñado con insistencia, ya lo tenía planeado así como el momento justo en que la chica reaccionaría, aunque esperaba que hubiera durado para siempre, sino fuera por cierta peliverde de tez blanca, apretó los puños con furia, la vista le era tan perfecta, su ejército atacando sin compasión a las brujas que amenazan su mandato.

En su más grande descuido, Luz se pone frente a él dándole un cabezazo tan fuerte que hace que su frente empiece a sangrar, empieza a tomar vuelo mientras resiste al dolor pero la morena no deja que huya así de fácil, hace una inmensa ola de fuego que cubre al brujo en su transformación pero lo disipa con un hechizo de agua inmediato, la castaña no espera ni un segundo y patea su estómago de dragón haciendo derribar varios árboles a su paso.

Amity se acercó lo suficientemente para hacer que sus abominables lo sostuvieran el tiempo suficiente para que su novia le lance un glifo de rayo para así electrificarlo.

—¡Ahora!

La teñida dio un brinco hacia atrás viendo como sus abominables eran destruidos por el emperador, quien fue recibido por el ataque de la de ojos chocolate.

El humo no dejaba ver con claridad pero nadie estaba prestando atención a ello más que las dos chicas, ambas no bajaban la guardia pero un par de garras tomaron de los hombros a la castaña quien fue lanzada hacia el aire con varios giros produciendo que se maree. Amity hizo varios círculos de hechizo donde múltiples ataques arremetieron contra el dragón quien usó de escudo a la morena, viendo eso, la peliverde desvía sus ataques pero al hocico de este dejando caer a la chica, su vara - bastón - mágico fue a su rescate donde desde la misma altura hizo resurgir varios tallos gruesos de plantas aprisionando las alas y cola de Belos.

—¡Bien! - exclamó feliz Blight -

La caída había sido gigante, una cortina de humo cegaba a las dos brujas quienes estaban en guardia y retrocediendo al escuchar el solo sonido de malesa siendo cortada, Amity hizo surgir cinco abominables quienes se percataron de un hechizo de fuego, poniéndose frente a la de orbes dorados para protegerla, Luz no se hace de esperar y salta con tal de que la caída haga la fuerza suficiente para golpear al menos el estómago del emperador, pero no hay nada.

Una carcajada se escucha por todos lados poniendo sus pelos de punta, ve varias siluetas de Belos así que hace girar su vara para luego golpearlo fuerte contra el suelo, disipando el humo, encontrándose con la peor escena posible.

¿Era real? Frente a ella todas las brujas derrotadas, fallecidas, sus mentoras, su amigo, todos allí en una montaña humana y su novia como si fuera la cereza del pastel.

—¡Luz!

Abre los ojos de inmediato, no, no era real, el emperador sólo quería jugar con ella, lo estaba haciendo y por supuesto vencerlo no sería fácil. Amity la había salvado de nuevo, si hubiera seguido así tal vez Belos la atraparla incluso asesinaría.

—¿Alguna idea de donde esté? - preguntó poniéndose a su lado -

—No, pero no te confíes - respondió -

Justicia al TitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora