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Segunda prueba y toda la familia reunida

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» Están reunidos hoy para ser testigos de la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos. Se me acaban de dar algunos anuncios de suma importancia. Así que daremos paso a leerlos.

Todos los altavoces tenían al locutor dando anuncios del evento, más las mayorías de familias se concentraban mejor en verse con sus hijos y entre esos estaban los Malfoy. Que por primera vez podían ir a un evento sin que el jefe de la casa (Lucius) dejara sola a la señora Malfoy.

—Es encantador no lo crees, querido.

—Sí, Cissy.

—¿Lucius qué pasa? Desde que Draco te mando esa carta, que no me dejaste leer—haciendo énfasis en lo último continuó ella— te noto raro. ¿algo le pasa a mí hijo?

—No, solo que es el patrocinador de un campeón así que tengo algo de nervios, saben cuan duro es entrar en los negocios, además, no debería ser él. Sabes que Brax es el mayor, estoy preocupado que mis hijos no puedan ser personas fuertes fuera de este lugar.

—Oh, mi Draco un mago de imagen pública, eso es bueno.

—Brax es el mayor. — puntuó Lucius.

—Oh no me digas nada. Vamos mejor a reunirnos con la familia Diggory.

—¿Por qué?

—Como que porque, no es el campeón de Hogwarts.

—No. Ya no. Es más, son ellos.

Lucius y Narcissa miraron a los Potter, entre ellos estaban, los señores Potter, es decir Charlus y Dorea, una pareja que se mantenía al margen de muchas cosas entre ellas: políticas y económicas. Aunque Dorea era familiar de su esposa. Una Slytherin en casa de puros Gryffindor.

—Sr. Potter—. Lucius miro a los ojos a Charlus y le dio la mano—, hace mucho que no tenía le placer de hacerlo.

—Oh Lucius, ¿Cómo estás?

—Bien, gracias. Sra. Potter, tan elegante como siempre. Extrañamos tus visitas ¿verdad, querida?

—Nada me alegraría más que tenerte en casa, tía.

—Oh, Narcissa, tomare la invitación. Aunque aún no puedo estar en todos los lugares que quiera. —contestó lady Potter.

—¿Dónde está tu esposa, James? —. Lucius siguió la educada conversación.

—Aun en Paris, mi hija no sale de unos proyectos.

—Interesante. —. Narcissa sonrió.

—Sabemos que William está en el torneo. Felicidades.

Tanto Narcissa como Dorea vieron a Lucius. —¿Cómo lo sabes? Aún no se anunciado.

—Mi hijo es su patrocinador. Mira mi sorpresa al saber que era un Potter. Ya tenía a tu hijo, Harry en la lista de amistades de Draco, pero esto me sorprendió.

—A mí también. Saber que será el siguiente en ese torneo me pone de nervios.

—Mejor te los guardas, James—. Narcissa miro atrás de la familia Potter—. Allí vienen.

Todos miraron a los amigos de Hunde y Liam. Ellos venían con Harry y Theo.

—¡Papá! Me alegro de verte. ¡Abuelos!

El saludo efusivo de Harry hizo que todo estuviera mejor entre los adultos. Después fue el turno de la familia Malfoy. Theo saludo a los Malfoy, para él ellos eran como una segunda familia. Buscaron sillas en las butacas establecidas para ver el evento.

Crónicas de un doncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora