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N/A: Los derechos de los personajes no me pertenecen sino a su autora original J. K. R.

Un joven en apuros

1

Las clases continúan y después de algunos episodios entre jóvenes y chicos, pero nada de gravedad, el colegio estaba en la amada estación, primavera, los equipos de quidditch con sus practicas y nuevos reclutas después de las pruebas, la liga tenía que empezar y cuando Liam Potter presento su carta sellada por madame Pomfrey se permitió volver a entrar en el equipo y ser el golpeador que era.
Las clases de pociones y trasformaciones para los cursos de cuarto año para abajo seguían siendo exigentes, solo los de primero se salvaban un poco, más los de Hufflepuff, la señora Sprout amante de las plantas solo los amonestaba con el cuidado de los invernaderos. La mayoría de los chicos Hufflepuff adoraban pasar ahí su tiempo y cierto chico se había colado en los territorios de los tejones.
—Paz, paz y más paz.
—Qué tanto rezas, Malfoy.
—Cierra el pico, Snape.
—Sabes no puedes estar aquí, si te ven te meterás en problemas, son más del toque de queda.
—Soy prefecto, solo diré que escuche algo y vine a investigar. ¿Tú?
Pollux sonrió—. Diré que padre ocupaba algunas plantas, las mangradoras están listas, y sé que se ocupa un poco de la tierra del masetero para una poción.
—Que bueno que tu padre no te delataría.
—No creas, a veces si lo hace, claro que ahora esta de muy buen humor.
—Si como no. Ahora dime ¿cómo haremos para saber quien soltó al maldito boggart?
—¿Creí que se había dicho qué se escapo, no?
—No, se dice que el idiota de Potter lo encontró en una caja dentro de su armario de los vestidores, ahí lo dejaron, eso es más que seguro.
—¿Entonces fue un Griffindor?
—No lo creo.
—Draco y sus amigos.—Pollux estrechó sus ojos, no era una pregunta.
—Esta Potter ahí, no lo creo. Además Tom es familiar de ellos.
—Pero Ryddle es tu primo hermano, así que la lealtad esta con Draco, más al ser un Slytherin. Sabes deja de pensar en eso y vayámonos de aquí. Ya es hora de volver.
Pollux se llevo a su amigo lamentado lo todo el camino, es más que daría por tener algo para taparse los oídos, podía colocar un encantamiento burbuja entre él y la palabrería de Abraxas, pero no quería hacerlo, de una manera cínica y bueno hasta lóbrego ver la desdicha de otros a su alrededor. Pollux sonrió.

2

Harold Potter miró el papel sobre su escritorio, era una de las pruebas escritas del profesor Snape, ¿acaso eso serviría en pociones? Él no lo sabía. Pero en la vida real se necesitaba algo como eso. ¿Se ocupa pata de cangrejo y escamas de dragón para na infusión calmante? Eh claro que no. Pero la razón en sí no lo sé. Mierda.
Harry volteo a ver a su compañero de banco, Theodore Nott tenía casi llena la hoja y el nada. Que mal. Pensó que no podía irle más mal que Ron Weasley cuando capto que dicho chico tenía de compañero de la chica Granger; la tipa estaba pasando la copia a Ron y a Neville. Eso no era nada justo. Nada.
—Cincuenta punto menos. —el escalofrían te susurró del profesor penetro la mente de casi todos e inmediatamente las hojas de Weasley levitaron al escritorio.—Aparte de suspensión a mi clase por una semana, sin derecho al examen practico, tampoco, y eso va para usted, señorita Granger.
La chica de cabellos esponjosos soltó un lamento y casi gemido seguido de un suspiro de Longbottom, él cual no cayó en las garras de Snape y rezando que ni la chica ni Ron lo delatara. Snape lo miró fijo y Harry supo volver su vista a su papel en blanco. Lloriqueó como un bebé.
Al pasar cinco minutos más, Draco Malfoy se levanto y dejo sus cinco hojas en el escritorio del profesor y con eso se retiro del aula.
Harry miró como su amigo se iba y lo insulto. ¿Cómo era posible que Malfoy lo haya hecho tan rápido? Mejor se concentraba en contestar lo que en verdad sabía.
—Diez minutos.— Susurró Severus Snape.
—Con eso me rindo —escuchó Harry a Blaise para levantarse e ir a dejar sus hojas.
—Termine, vamos Potter, termina rápido te espero a fuera.
Con todos sus amigos fuera Harry repaso todas sus respuestas y bufo, para él no era pociones, se levanto y entregó sus hojas, el profesor lo miró y leyó sus respuestas soltó un bufido y negó. Genial ya sabía que le fue muy mal.
—Creo que me fue bien, todo estaba relativamente fácil.—Draco sonrió. Ya acostado en la grama, estaban cerca del lago viendo los tentáculos del calamar tratando de atrapar algunas aves de rapiña que buscaban peces en el lago.
—A mi no. —Blaise se quejo—. Creo que necesitare tutores para pociones, hey Draco ¿harás clases de reforzamiento este año así cómo el pasado?
—No, ahora soy ayudante de Snape, no puedo.
—Pero solo ayudas a los de primero y segundo.—se enfurruñó Zabini.
—Estoy en tercero, no puedo ir a ayudar a quinto ni sexto.
—No te preocupes total, será solo en el aula o en horas libres ¿qué dices, anda?
—Veré Blaise.
—¿Qué dices, Harry?—Theo lo llamo y lo incito a que se uniera a las tutorías de Draco en pociones y por como el profesor lo había visto sería genial.
—Claro porque no. Sería genial además así estamos más tiempo juntos.
—¡Si!
Siguieron en el prado hasta que Blaise se fue con Tom para su clase optativa quedando solo Draco y Theo junto a Harry, pero Draco tenía ganas de ir a ver a los Hufflepuff entrenar, decían que el nuevo capitán era un gran estrategia. Se decía que para estar en quinto y ser el tercer año de Diggori, era muy bueno, y Draco al ser ahora el nuevo sub-capitán del equipo de quidditch tenía el deber de ver a la competencia.
—Así que vienen conmigo o se quedan aquí a ver el calamar.
—Si, vamos a ver a los Hufflepuff—los tres encaminaron al campo de quidditch y se sorprendieron de ver el entrenamiento tan.. rudo de los tiernos tejones como toda la escuela los llamaba.

Crónicas de un doncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora