Capítulo 22

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-Sé quién es ese hombre.- Dijo simplemente.

-¡Dime!- Casi le grito al muchacho.

-Robert Patterson, 45 años. Vive en Boston, tiene antecedentes por drogas, robos y violencia. Toda una joyita de hombre.- Dijo August muy seguro.- Según tengo entendido ahora esta reformado, o eso dicen los informes, ha trabajado en la seguridad de varias personalidades de la ciudad aunque más bien parece que se encargaba de sus trabajos sucios, según me ha contado un amigo ahora trabaja para las empresas Mills.- Soltó August sin saber que eso provocó que Emma empalideciese.

-¿Cómo has dicho?- Preguntó Emma algo confusa.

-¿Qué?- Dijo este sin saber a qué se refería su jefa.

-¿Trabaja para la familia Mills?- Preguntó Emma que seguía sin salir de su asombro total.

-Así es, al menos eso pone en su expediente. ¿Quieres que siga investigando?- Dijo August que no entendía nada.

-Sí, necesito todo lo que sepas de ese hombre y de las empresas Mills.- Soltó Emma muy perturbada.- Mándame cuanto antes la dirección de las empresas Mills.

Emma colgó el teléfono y se quedó mirándolo durante unos segundos, no sabía qué hacer después de esas averiguaciones. Tras unos segundos sin saber que hacer decidió que llamaría a Danielle para que la informase, realmente no le apetecía nada volver a hablar con ella pero necesitaba información para presentarse en las empresas y ella era la única que podía decirle algo. Marcó su número que había quedado guardado en su móvil.

-¿Qué quieres de nuevo?- Preguntó Danielle bastante molesta ya que sabía quien era.

-Necesito información y aunque no me guste eres la única que puede dármela.- Contestó Emma secamente.

-¿Qué necesitas?- Preguntó sin demasiado interés pero siendo la curiosidad la que la guiaba a no colgar.

-¿Quién dirige las empresas Mills?- Aunque Regina le había hablado un poco de su familia no estaba segura de nada.

-Cora Mills, la madre de Regina. ¿Por qué quieres saberlo?- Volvió a preguntar, ya no podía controlar su curiosidad y saber que Regina podía estar en peligro la motivaba a ayudar a una mujer que le había arrebatado lo que más quería.

-El hombre que me atacó trabaja para las empresas Mills.- Dijo Emma sin rodeos.- ¿Puede Cora tener algo que ver?- Preguntó al recordar la cicatriz que Regina tenía en el labio y quien había sido la culpable.

-¡Mierda!- Grito Danielle a través del teléfono haciendo que la rubia se asustase y alejase el móvil de su oído.

-¿Qué?- Preguntó Emma que se tensó por la reacción de la otra mujer.

-Claro que tiene que ver. Vino a verme hace unos días y cuando se entero que no estábamos juntas se alegro enormemente, nunca he sido de su agrado, bueno ni yo ni ninguna mujer.- Soltó Danielle con asco al recordar la cantidad de desplantes e insolencias que había tenido que aguantarle a esa mujer para poder estar con Regina.

-Pero ella no tenía porque saber que Regina estaba conmigo, es decir, estamos muy lejos de Boston para eso.- Dijo ingenuamente Emma.

-No tienes que recordarme que estas con Regina.- Espetó Danielle dolida y apunto de colgar el teléfono.

-Lo siento... necesito que me lo expliques, tú y yo sabes que si ese hombre me ha atacado Regina podría ser su siguiente objetivo.- Dijo Emma haciendo que la otra mujer no colgase el teléfono.

-Sólo por Regina.- Dijo Danielle.- Cora se enteró por mí de eso y seguro que mando a su secuaz a investigar el motivo por lo que tuvo que darse cuenta de todo.- Una lágrima cayó por su mejilla pero la quitó rápidamente a pesar de que Emma no pudiese verla.

Las apariencias engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora