-Aquí tienes.- Dijo Emma dándole la tarta que había preparado para la cena de esa noche.
-Gracias, huele muy bien.- Contestó Regina abriendo el frigorífico para meterla.
-¿En qué te ayudo?- Preguntó Emma poniéndose un delantal que la morena le había dado.
-Pon la mesa, la lasaña esta casi lista y la ensalada y los entrantes también.- Dijo Regina mirando todo.
-Está bien...- Soltó Emma.
Emma puso la mesa bajo las estrictas órdenes de Regina que no quería dejar nada al azar. La rubia parecía frustrada porque Regina le contagiaba su nerviosismo.
-Regina, tranquila.- Dijo Emma cogiendo las manos de Regina que parecía atacada por sus nervios. -Todo va a estar perfectamente y vamos a pasar una noche increíble junto a nuestros amigos.
-Lo sé... no sé porque tengo estos nervios, si realmente es una tontería.
-Todo saldrá bien, estoy deseando conocer a Anna y a Zelena.- Dijo Emma besando a la morena.
-Te van a encantar... además les he hablado mucho de ti y están deseando conocerte.- Afirmó Regina besando a su novia.
Regina y Emma se sentaron en el sofá tranquilamente, todo estaba listo tan sólo faltaba que empezasen a llegar todos los invitados. Regina se movía nerviosa en los brazos de Emma que a pesar de abrazarla fuertemente no conseguía que se relajase.
El timbre sonó y Regina saltó del sofá para poder abrir la puerta. Emma sonrió al ver los nervios que su novia tenía debido principalmente a que iban a contarle sobre su matrimonio.
-Buenas noches, Ruby, Dorothy.- Dijo Regina apartándose de la puerta para dejarlas pasar.
-Hola.- Dijeron las dos mujeres a la vez.- Hemos traído unos bombones riquísimos que prepara la madre de Dorothy para el postre.- Soltó Ruby mirando a Emma que se había acercado a ellas.
-Sabes que me encantan esos bombones.- Confesó Emma intentando abrir la caja.
-Para después.- Le regañó Regina cogiendo la caja y llevándola en la cocina.- Sentaros un poco, los demás tienen que estar a punto de llegar.- Dijo la morena mirando a las mujeres con una sonrisa nerviosa.
-No hay problema, nosotras nos hemos adelantado.- Dijo Dorothy sentándose al lado de Ruby en el sofá.
La puerta volvió a sonar pero esta vez fue Emma la que salto del sofá para abrir, Regina seguía en la cocina y no tardo en llegar a su altura. La rubia sonrió y abrió la puerta para dejar ver a dos hermosas mujeres con una pequeña maleta y una gran sonrisa en su cara.
-¡Morena!- Gritó la más alta de las dos abalanzándose sobre Regina que sonría y la correspondía.
-Soy Anna, perdona la efusividad de Zelena.- Dijo la otra mujer más comedida mirando a Emma que se había quedado bloqueada.
-Encantada, Soy Emma Swan.- Contestó la sheriff sonriendo y tendiéndole la mano a la mujer.
-Me ha hablado tanto de ti que creo conocerte.- Dijo la pequeña mujer sonriendo y viendo como Zelena al fin soltaba a Regina.
-Perdón, soy Zelena.- Dijo dándole un fuerte abrazo también a Emma que se quedó parada y sin saber que hacer por el arrebato de la mujer.
-Emma Swan.- Fue lo único que atinó a decir provocando una carcajada en la morena.
-Es muy efusiva, te acabarás acostumbrando- Dijo Regina abrazando a Anna e invitándolas a pasar. -Os presento, Dorothy, Ruby.- Dijo señalando a las dos mujeres.- Anna y Zelena.- Señaló a sus amigas.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...