-¿Has dicho algo?- Preguntó Regina que no había escuchado bien.
-No nada... Hablaba sola.- Dijo Ruby con una sonrisa fingida.- ¿Damos un paseo?
-Está bien, pero vayamos al pueblo... con estos tacones no sé si aguantaré mucho rato.- Sonrió levantado el pié y dejando ver sus altísimos tacones.
-Te quedan condenadamente bien, pero no sé cómo puedes andar con ellos.- Soltó Ruby sin pensar provocando otra carcajada en la morena.
-Son bastante cómodos, pero no para andar tanto. –Se justificó un poco Regina. – Además seguro que tú también los usas.-
-Si, pero sólo para salir. Mi diario es bastante ajetreado para ir con monstruos como esos.- Dijo con seriedad pero acabo riendo.
-Tienes unas ocurrencias.- Regina caminaba a su lado sonriendo, Ruby había conseguido que se relajase.
Las dos fueron caminando hacia el pueblo, Ruby invitó a Regina a tomarse un café con ella y así olvidarse un poco del mal rato que había pasado. Al entrar en Granny's, Mary Margaret y David estaban hablando tranquilamente aunque ambos parecían estar intentando convencer al otro de algo, ya que gesticulaban mucho. Ruby se hizo notar y ambos giraron la cabeza para mirarlas e invitarlas a sentarse.
-Hola.- Dijo Regina sin sentarse.- No queremos molestar.- Dijo mirando a Ruby.
-No molestáis, tranquilas.- Dijo Mary Margaret mirando a su marido que parecía no estar del todo de acuerdo.
-No os preocupéis chicas, era una batalla perdida.- Soltó David sin molestia sólo con cansancio.
-¿Y eso?- Preguntó Ruby sentándose rápidamente al pensar que podía cotillear.
-Eres una cotilla, Ruby Lucas- Espetó Mary Margaret.
-Siempre.- Dijo mirando a David que parecía el eslabón más débil.
-He invitado a Mary Margaret a pasar tres días en un hotelito rural para celebrar nuestro aniversario, pero no quiere ir por no dejar a Neal solo.- Soltó casi sin respirar.
-¡David!- Gritó Mary al escuchar a su marido.
-Tarde o temprano se lo ibas a contar así al menos puede convencerte.- David se levanto y se marchó a hacer un trabajo que tenía pendiente.
-Venga Mary Margaret... te mereces unos días tranquila. David te adora, y se merece esos días.- Soltó Ruby muy impaciente.- ¿Verdad, Regina?- Pidió la aprobación de la morena que no había prestado demasiada atención la conversación.
-Sí, claro.- Dijo escuetamente.- Sabes... ¿Cuándo os iríais?- Preguntó ya que una idea había surgido en su cabeza.
-Mañana por la mañana y volveríamos el miércoles por la noche o el jueves por la mañana, es todo muy precipitado, no me dará tiempo a nada. Además no tengo con quién dejar a Neal.- Dijo algo alterada.- Claro que me encantaría pasar esos días con David, además no hemos tenido demasiado tiempo para estar a solas desde que nació Neal- Confesó mientras que las otras dos mujeres simplemente escuchaban.
-Yo me puedo quedar con él.- Soltó Regina.
-¿En serio?- Contestó está bastante sorprendida.
-Es decir... si quieres, no nos conocemos desde hace mucho es normal que te parezca una locura, no te preocupes.- Dijo Regina trabándose un poco.
-No es eso... después de todo lo que has hecho por mí, claro que me fio, además eres médico.- Dijo riendo ante su propia afirmación- Pero... ¿Tú trabajo y Danielle?- Preguntó sin pensarlo mucho.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...