-¿Crees que podemos cenar ya?- Preguntó Regina que acababa de disfrutar del contacto y la pasión de la rubia.
-Creó que sí podemos pasar a comer.- Susurró Emma al oído de la morena.
-Voy a calentarla. Ahí tienes algo más cómodo para ponerte.- Dijo Regina poniéndose ella una camiseta ancha y los pantalones del pijama.
-¿Dónde?- Preguntó Emma que no se había fijado donde señalaba la morena.
-Tercer cajón del mueble.- Regina dijo dirigiéndose ya a la cocina para poner a calentar el pollo.
Emma cogió un pijama de la morena que al ser anchos le quedaban algo grandes pero era muy cómodo. La rubia sabía que tenía que contarle todo a Regina, pero esperaba hacerlo mientras cenaban. Sabía que no lo tomaría bien pero necesitaba eso, esos momentos de pasión y entregan en los que sólo estaban ellos dos.
-¿Te ayudo?- Preguntó Emma entrando en la cocina.
-Me encanta como te queda ese pijama.- Dijo Regina sonriendo mientras sacaba la bandeja del horno.
-Gracias.- Susurro Emma dando un beso a su mejilla cogiendo las copas y dirigiéndose a la mesa que estaba totalmente lista.
-Vamos a comer, estoy hambrienta.- Dijo Regina sirviendo ambos platos y rellenando las copas de vino.
-Yo también, el ejercicio me deja exhausta.- Soltó Emma guiñándole un ojo a la morena.
-Entonces tengo que alimentarte bien.- Dijo Regina dando el primer bocado.
-Esto esta buenísimo.- Dijo Emma que devoraba la comida que Regina había preparado.
-¿Cómo te fue en Boston?- Preguntó Regina para llenar el silencio que se había instaurado en la mesa hacía varios minutos.
-Regina...- Emma dejo el tenedor para mirar a la morena.- Tengo que contarte algo...-
-Dime... - Regina se preocupó al ver el rostro serio de la rubia.- ¿Qué ha pasado?-
-No he ido a Boston para ver a mis editores sino para averiguar quién me ataco.- Soltó sin darle demasiadas vueltas.
-¡Qué!- Gritó Regina tirando la copa de vino que llevaba en la mano.
-Cuidado, te puedes cortar.- Emma se levantó rápidamente y cogió a Regina en sus brazos para llevarla al sofá.- Voy a limpiar eso.
-No, cuéntame la verdad.- Dijo Regina en tono duro.
-Está bien. Antes de nada, siento haberte mentido pero necesitaba hacer mis investigaciones y no podía contarte.- Emma cogió las manos de la morena y se acercó a ella.
-Cuéntame.- Insistió Regina sin moverse de su sitio.
-Sospechaba que Danielle podría tener algo que ver.- Dijo Emma demasiado directa haciendo que Regina se levantase rápidamente.
-¿Por qué no me dijiste nada?- Pregunto Regina dolida por las palabras de la rubia.
-No podía. No podía decirte que la mujer de la que estabas enamorada podía haber sido mi atacante, eso te mataría.- Soltó Emma colocándose a su lado y cogiéndola de las manos de nuevo para que se sentase.
-¿Podía haber sido? ¿No lo es?- Preguntó Regina aceptando sentarse al lado de la rubia de nuevo.
-No ha sido ella, al contrario. Ha sido muy compresiva y me ha pedido que te hiciese feliz.- Dijo Emma que quería que Regina la recordase con cariño y no como la persona celosa e impulsiva que había sido las últimas semanas de su relación.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...