-¿Qué haces aquí?- Preguntó con asco la rubia.
-Emma...- Dijo la mujer mirando fijamente a los ojos de la rubia.
-¿Quién es?- Preguntó Regina al oído de Emma para que la otra mujer no la oyese pero sin ningún éxito.
-Soy Kathryn.- Soltó la otra mujer que seguía en la puerta.
-¿Qué quieres?- Intervino Ruby que la había escuchado hablar.
-Vaya, no sabía que seguías siendo amiga de este lobo.- Soltó mirando de arriba abajo a Ruby que casi se abalanza sobre ella.
Emma no podía creerse que eso estuviese pasando, ahora que volvía a ser feliz y que encontraba el amor con una gran mujer tenía que volver su más que doloroso pasado a hacer acto de presencia. Regina estaba también bastante impactada con la noticia, no creía que eso estuviese pasando en ese momento. Las demás invitadas se mantuvieron a la espera, ninguna conocía a esa mujer a excepción de Mary Margaret pero prefería no intervenir, eso podría ser contraproducente. Todas esperaban alguna reacción.
Emma se recuperó un poco del impacto de ver a la que fue su novia durante mucho tiempo y se coloco delante de Regina y de Ruby para poder encarar a esa mujer.
-¿Qué haces aquí?- Volvió a insistir la rubia en tono duro y demostrando no tener demasiada paciencia.
-He venido a verte.- Soltó sin más haciendo una amago para entrar pero siéndole imposible ya que Emma estaba tapando la puerta.
-Genial, ya me has visto. Ahora si nos disculpas...- Dijo Emma cerrando la puerta pero encontrándose con el pie de Kathryn para no dejarla cerrar.
-Tenemos que hablar.- Soltó como justificación por no dejarla cerrar.
-No tenemos nada que hablar. Realmente había olvidado que existías, una lástima que me lo hayas recordado.- Emma volvió a intentar cerrar.
-No has odio, lárgate.- Gritó Ruby que estaba perdiendo la paciencia, nunca había soportado a esa mujer y mucho menos después de lo que le hizo a su amiga.
-No te permito que me hables así.- Soltó Kathyn dando un paso hacia delante para encararse con Ruby.
-No te acerques a ella.- Emma empujó a la mujer para alejarla.- Esta en todo su derecho de decir lo que le dé la gana, eres tú quien ha venido a importunarnos.
-Necesito hablar contigo.-Soltó de nuevo.
-Eso ya lo has dicho y me he negado, ahora márchate.- Emma perdía la paciencia y Regina cada vez parecía más dolida y confusa por la situación.
-No me iré sin hablar contigo.- Dijo bastante insistentemente.
-¡Lárgate!- Gritó Ruby dándole un golpe en la mejilla.
-¡Qué!- Gritó la otra muy confundida.- No te atrevas a tocarme, loca.- Soltó saltando sobre ella.
-Ya basta- Intervino Regina que estaba cansada de esa situación.- Esta es mi casa por lo tanto no permito estos escándalos.
-Márchate.- Sentenció Emma que no quería seguir con aquello.
-Dame 5 minutos.- Pidió la mujer mirando a todas las allí presentes.- Os dejaré seguir con la fiesta pero quiero hablar contigo.
-No tengo nada que hablar, Katrhyn. Hace mucho tiempo que formas parte de mi pasado y no merece la pena removerlo.- Emma estaba segura de lo que decía, no la quería cerca de Regina y no quería hablar con ella.
-Nunca dejaré de estar ahí.- Soltó muy segura de sí misma.- No me ha sido fácil encontrarte y no me iré sin hablar contigo.
-Siempre has sabido donde vivía, lo que no sé es porque apareces justo ahora...- Dijo Emma acercándose peligrosamente a ella.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...