Emma habló con Regina avisándole de que se ausentaría al día siguiente para tratar un problema con la editorial, no quería decirle la verdad, al menos no de momento por lo que decidió que era mejor una pequeña mentira a tiempo que una verdad que ocasionase que la morena se alejase de ella.
-Regina, mañana por la mañana me marcharé a Boston. – Dijo por teléfono, la morena había tenido que hacer algunas cosas y no habían podido verse en persona.
-No.- Dijo Regina rotundamente.
-¿Cómo?- Preguntó Emma que se sorprendió por la rotundez de la mujer.
-Estas convaleciente y no puedes hacer un viaje como ese.- Dijo la morena muy segura.
-Lo sé. Iré en taxi, pero necesito arreglar algunas cosas con la editorial.- Habló buscando la primera excusa que se le pasó por la cabeza.
-Vale, no soy nadie para decirte lo contario.-Contestó Regina.
-Regina no digas eso... sabes que sí eres alguien para decírmelo y me alegra tu preocupación pero es un viaje que no puedo retrasar más.- Dijo Emma que se sentía mal por mentir a la morena.
-Como quieras. ¿A qué hora te vas?- Preguntó molesta por la actitud de la rubia.
-Pasaré a despedirme por tu apartamento antes de irme.- Dijo Emma intentando relajar la tensión que se había generado entre ambas.
-Vale. Hasta mañana entonces.- Corto Regina enfadada.
-Morena, ¿Esto es nuestra primera pelea?- Preguntó la rubia sabiendo que había producido una sonrisa en la cara de la pediatra.
-¿No te sabes tomar nada en serio?- Preguntó también la morena en tono más desenfadado.
-Contigo no. Mañana nos vemos, ahora te dejo descansar.- Emma sonrió.
-Hasta mañana.- Dijo Regina sonriendo también.
Las dos colgaron y se fueron a la cama, Emma tenía en mente la charla que iba a tener con Danielle y todo lo que eso supondría. Por su parte Regina no podía dejar de pensar en el largo viaje que la rubia iba a hacer estando aún convaleciente. Al final el sueño las venció a las dos.
Emma se levantó temprano y preparó una pequeña bolsa de mano, llamó a Ruby para avisarla de su marcha y le dejó el recado de que le avisase a Mary Margaret. Cuando iba a bajar para coger su taxi vio a la morena aparecer corriendo con una pequeña maleta en la mano.
-Rubs, ¿Qué haces aquí?- Preguntó Emma bastante inquiera.
-Te acompaño a Boston, Dorothy esta cuidado de su tía y pasará unos días fuera de la ciudad y mi abuela me ha dado el día libre así que yo seré tu chofer.- Soltó sonriendo y enseñándole la maleta de mano.
-Estás loca, Ruby Lucas.- Soltó Emma sonriendo. Se acercó al taxista y le dejó un dinero por el viaje.
Emma subió rápidamente a su casa y cogió las llaves de su coche para poder viajar más cómodas. Al llegar abajo se encontró con su amiga esperándola pacientemente mirando su móvil.
-Toma, tú conduces.- Emma le lanzó las llaves, esta las cogió al vuelo corriendo al coche de la rubia.
-Me encanta tú coche.- Dijo Ruby irónicamente.
-Lo sé. Pasaremos por la casa de Regina antes de salir.- Soltó Emma dejando ambas maletas en la parte de atrás del coche y subiendo al sitio del copiloto.
-Emma Swan, estas totalmente doblegada antes los encantos de esa capitalina.- Dijo Ruby sonriendo mientras arrancaba el coche.
-Creó que eso ya lo has dicho.- Soltó Emma riendo.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...