-Yo no sé lo que siento... -Confesó totalmente nerviosa ante sus propias palabras pero siendo lo más sincera que pudo.
-Eso no es un problema, sólo dime que tengo una mínima posibilidad contigo y haré que tu corazón vuelva a dar un vuelco con un beso o con una simple caricia.- Dijo Emma que había reducido toda la distancia quedando a tan solo unos centímetros de la morena.
-No te quiero hacer daño, me siento culpable por todo lo de Danielle pero no puedo evitar que también siento cosas por ti.- Regina agachó la cabeza pero notó como Emma colocaba su mano en su mentón y lo levantaba para que sus miradas se cruzasen.
-El que no arriesga no gana, y yo se que contigo ganaría mucho.- Emma acarició la mejilla de Regina.- Sobre Danielle, no puedo decir que lo sienta, pero entiendo tus sentimientos, son muchos años y muchas cosas pero estabas sufriendo así que debías pensar un poco más en ti.
La tensión se hizo insostenible y Emma poso sus labios sobre los de Regina, fue un simple roce, similar al que habían tenido unos días antes. Regina no pudo apartarse, los labios de Emma habían conseguido llevarla muy lejos de allí, donde no había dolor ni culpa. La sheriff se separó de la morena y colocó sus manos sobre sus caderas para que no se alejara.
-¿Demasiado rápido?- Preguntó al notar cómo el cuerpo de la morena se tensaba bajo sus manos, pero al no decir nada contestó.- Una vez te dije que serías tú la que rogarías por un beso pero te mentí, he sido yo la que he estado rogando por uno tuyo.- Emma pasó sus manos por los costados suavemente.- Pero... iremos a tú ritmo.
-Emma...- Sus labios soltó su nombre en un susurro.
-¡Dios! Me encanta como suena mi nombre en tus labios.- Emma dijo sin pensar. – Lo siento... continua.- Dijo al notar que había interrumpido a la morena.
-No quiero hacerte daño. No te lo mereces y yo no sé que puedo ofrecerte o que no.- Regina se alejó un poco de Emma muy nerviosa.
-Nada de expectativas... empezamos de cero y vemos a donde nos lleva todo esto.- Dijo Emma para hacer que Regina dejase de pensar en eso.- Podría rendirme y dejarlo todo pasar, pero seguro que dentro de unos años me arrepentiría de no haber vivido esto contigo. Hacía tiempo que no sentía nada por nadie, merecerá la pena.- Emma dijo convencida.
-No puedo hacer esto... sólo hace unas horas que he discutido con la que ha sido mi pareja los últimos años.- Regina se separó un poco de Emma que notó el vacio que la morena dejaba entre sus brazos.
-Regina...- Susurro Emma que vio alejarse a la pediatra sin poder retenerla- Lo entiendo, pero no me puedes pedir que me aleje de ti, al menos no ahora.
-No puedo hacer esto, no puedo hacerte esto...- Regina seguía insistiendo, no quería que Emma sufriese por su causa, bastante tenía con sentir que había dañado a Danielle.
-Tú no me haces nada, yo quiero esto.- Emma se volvió a juntar a Regina pero sin llegar a tocarse.- Hagamos una cosa...- Emma cogió una mano de Regina y la guió a sentarse a su lado en el banco.- Nada de expectativas, déjame estar a tu lado, déjame mostrarte quién soy y lo que puedo ofrecerte y si después de eso no quieres nada aceptaré la derrota dignamente y me conformaré con tu amistad.- Emma miraba profundamente a los ojos de la morena.
-Emma...- Dijo Regina que no podía decir nada más.
-Por favor...- Emma acarició la mejilla de la morena para que se relajase y así fue.
-Está bien.- Regina accedió a la propuesta de Emma, su razón le decía que saliese de allí, que se marchase y no volviese nunca en cambio su corazón le dio un vuelco y le dijo que era lo adecuado y que merecía sentir y ser feliz.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...