Capítulo 33

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-¡Emma!- Gritaba Regina.

-Relájate cariño. Aún falta un poco.- Decía la rubia cogiendo su mano fuerte y acariciando su pelo para intentar relajarla un poco.

-No aguanto más.- Dijo con lágrimas en los ojos por el dolor.

-Cariño, sólo queda un poco.- Repitió la rubia mirándola fijamente a los ojos.

-Empuje Regina. Ya está aquí.- Decía el médico.

-Eso decías...- Soltó un quejido de dolor antes de continuar.- hace una hora.- Terminó apretando aún más la mano de su mujer.

-Aquí esta.- Dijo el médico cogiendo en brazos al pequeño bebe.

-Es precioso, cariño.- Dijo Emma separándose un poco pero sin soltarle la mano para verlo.

-Emma, ¿Quiere cortar el cordón?- Le preguntó Whale señalando a una enfermera.

Emma sólo asintió con la cabeza y soltó lentamente la mano de Regina, la enfermera le indicó lo que debía hacer y su corazón casi explota de felicidad por ese simple gesto. La voz de Whale y un grito de Regina la saco de su ensoñación.

-Regina siga empujando.- La animó de nuevo el médico.

-No puedo más.- Gritó con todas sus fuerzas.

-Tranquila, Regina. Ya está aquí.- Dijo cogiendo al otro bebe en sus brazos y señalando a Emma para que repitiese el mismo proceso- Regina le presento a sus hijos.- El médico le dio un bebe a Regina y el otro a Emma.

-Son preciosos.- Dijo Regina dejando caer las lágrimas por sus mejillas.

-Claro que lo son.- Aseguró Emma dándole un beso en los labios a su exhausta mujer.- Son dignos hijos de su madre.- Emma simplemente le guiñó un ojo.

Regina se quedó mirando al niño que tenía en sus brazos mientras que Emma estaba ensimismada en el que ella abrazaba, era iguales y a la vez tan diferentes. Las dos lloraban de felicidad, pero fueron interrumpidas.

-Me los tengo que llevar.- Dijeron las enfermeras que estaba allí.- Os los llevaremos después de alistarlos.- Dijo una de ellas sonriendo.

-Claro. Sólo deme un segundo- Dijo Emma colocando al otro pequeño al lado de Regina que lo miraba y lo abrazaba.- Sonríe cariño.- Emma saco una foto de ese momento, Regina no estaba muy contenta por cómo salía en la foto pero Emma no podía resistirse a tener una instantánea tan perfecta como esa.

-¿Cómo se van a llamar?- Preguntó la enfermera con una pequeña muñequera para cada uno.

-Henry y James.- Dijo Regina señalando a cada uno de sus hijos.

Emma se giró y volvió a besarla, después de todo el tiempo que habían tenido que esperar para poder tenerlos ahora la felicidad se había apoderado de ella.

-Te amo.- Dijo Emma que no había dejado de llorar en ningún momento.

-Yo te amo más.- Aseguró Regina con una sonrisa.

Emma tuvo que salir del paritorio para que se encargaran de Regina y de los niños. La rubia se marchó a la habitación que le había sido asignada justo al llevar a la morena al hospital aunque no habían tenido tiempo a pasar por ella pues la pediatra paso directamente a la sala de parto.

Emma llegó a la habitación y se encontró con Mary Margaret y Ruby sentadas en uno de los sillones que allí había. Nada más entrar por la puerta las dos se lanzaron sobre ella para abrazarla y llenarlas de preguntas.

-¿Cómo esta?- Preguntó Mary.

-¿Y Regina?- Preguntó Ruby.- ¿Cuándo los traen?

-Tranquilas, estáis más nerviosas que yo.- Soltó haciendo que las se riesen.- Todo está bien, a Regina la traerán ahora y a los niños en media hora o así, tienes que hacerle algunas pruebas rutinarias además de lavarlos.- Dijo dejándose caer en el sofá, estaba mentalmente agotada.

Las apariencias engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora