Prisioneros de amor

Capítulo 48

V: no estoy muy orgullosa, creo que hubiera podido dedicarle una muerte más dolorosa pero bueno...tendré que conformarme... sería tan divino tener sexo duro frente al cadáver de este fracasado.

D: (se levantó cargándola y tirándo todo lo que había sobre la mesa con una de sus manos) si eso quieres, eso tendrás (le rompió la parte de arriba del vestido y la recostó sobre el escritorio para hacerla suya).

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En el mercado era María quién buscaba todos los productos necesarios para poder pasar unos días en la cabaña mientras que Esteban era el encargado de llevar la cesta.

Ma: ¿quieres pasta para el almuerzo o prefieres alguna o otra cosa? (Preguntó mirándo las estanterías con todo tipo de pastas).

Es: lo que tu decidas está bien (una risa burlona salió de sus labios y bajó la mirada para tratar de ocultarla).

Ma: (clavo sus ojos sobre él con confusión) ¿que es tan chistoso? (Preguntó arqueando una ceja).

Es: nada, solo que me resulta gracioso verte en este plan de ama de casa, de esposa preocupada por lo que su marido desea almorzar o no (comentó sin borrar la sonrisa).

Ma: no estoy en ningún papel de ama de casa, tampoco en el de esposa que se preocupa por lo que va a comer su marido, estoy en el papel de ser cortés, nada más (se defendió).

Es: no te pongas a la defensiva, me gusta que te preocupes por mi y tomes en cuenta mi opinión (posó la mano que tenía libre en su espalda y la acarició suavemente).

Ma: Vé a por azúcar (interrumpió el beso que es estuvo apunto de darle) quiero tomarme un buen café cuándo regresemos.

Es: (relamió sus labios quedándose con las ganas de besarla) ¿azúcar? (Ella asintió) esta bien, ya vuelvo (se alejó).

Ma: (se quedó viendo como se alejaba hasta que dobló la esquina del pasillo) hay Esteban, no puedo dejar que creas que las cosas siempre son fáciles conmigo, debo darte una lección.

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Federico se levantó temprano, lo primero que hizo fué darle un beso a Cristina quién como estaba profundamente dormida ni se enteró. Se dió un baño de agua fría ya que se había levantado con ganas de desvestir a su prometida y hacerla suya desde toda la mañana pero sabía que debía dejarla descansar ya que anoche habían llegado de madrugada. Al terminar de bañarse se vistió y salió a montar a caballo, después de un rato dándo vueltas decidió galopar hasta la hacienda de sus padres. Se sorprendió cuándo al entrar se topó con su padre besando a su madre, la tenía agarrada de la cintura.

F: (un gesto de asco se hizo presente en rostro)...(esperó a que se dieran cuenta de su presencia como notó que ninguno le habia prestado atención decidió parar aquella tortura para sus ojos garraspeando la garganta con exageración).

Augusto: (lo miró) hijo, cuánto tiempo sin venir por aquí, pensabamos que te habías perdido. ¿Dónde está Cristinita?.

F: durmiendo, ¿y ustedes como están?, ya veo que bien (se contestó a si mismo).

Isabel: tu no tendrías que estar viendo estas cosas. ¿Como sigue Cristina con su embarazo?, hijo, ¿le va bien? (Cambió el tema).

F: aveces tiene mucho cansancio y duerme de más pero supongo que es lo normal (comentó metiéndo las manos en los bolsillos de sus vaqueros).

Augusto: ¿y tus hermanos?, aún no nos han llamado para decirnos nada sobre la empresa, tampoco sabemos como les va, ¿tu sabes algo?.

F: están bien, todos están bien, si no les han llamado es por que han de estar ocupados solucionando los problemas de la empresa pero de seguro pronto se pondrán en contacto con ustedes.