Prisioneros de amor

Capítulo 8

Dionisio: ¿puedo ir contigo?....

Victoria: no, ahora no me apetece, cuando yo lo desee te buscaré (entró en el baño y cerro la puerta apoyandose en ella).

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Federico fue para su hacienda y empacó sus cosas.

Isabela: (entró en su habitación para hablar con él) tu padre me ha contado lo que has echo......

Federico: no quiero hablar de eso ahora (con tono serio).

Isabela: tendrás que hacerlo....

Federico: (largó un suspiro y se sentó en al borde de la cama).

Isabela: esa muchacha era tan buena, tan perfecta para ti, no entiendo por que hiciste algo tan horrible, ella te miraba con amor, si te hubieras acercado de buenas maneras, tal vez, hoy podrían estar saliendo juntos, como tu hermano con María, pero no, tu no puedes tener paciencia, no puedes hacer las cosas bien, siempre tienes que salirte con la tuya, ¿no?, hijo (decepcionada).

Federico: Yo no soy como Esteban, y la culpa de eso la tienes tú.

Isabela: ¿yo?, yo no tengo la culpa de que tu siempre hayas creído que quiero más a tu hermano que a ti, por que eso no es verdad, les quiero a los tres por igual.....además, eso no justifica una violación.

Federico: (no respondió).

Isabela: ¿que harás ahora? (Miró la maleta) ¿te vas?, ¿vas a huir de la barbaridad que hiciste?.

Federico: Cristina no quiere verme más, le prometí que me iría.

Isabela: no te das cuenta de nada, ¿cierto?.

Federico: ¿de que me tengo que dar cuenta?, ¿de que me odia?, creeme que lo sé.

Isabela: no eso no por que es evidente......me refiero a que tu nunca cumplirías una promesa y menos a una mujer.

Federico: Cristina es especial.

Isabela:.....escucharte decir eso me hace creer que te has enamorado.

Federico: no estoy enamorado....es solo que ella, es diferente, es un ángel.

Isabela: hijo (acaricio su espalda para animarle un poco) esto que hiciste es lo peor que alguien puede hacerle a una mujer, es debastador, si Cristina te atrae de alguna manera, si sientes algo especial en tu corazón por ella que no has sentido por otra, tendrás que resignarte a que jamás podrás cumplir el deseo de reparar de daño que causaste, y que no vas a poder estar con ella, nunca.

Federico:......(se levantó y tomó su maleta) adiós madre (salió cabizbajo de la habitación sin decir nada más).

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Victoria salió del baño y Dionisio la escaneó de arriba a bajo.

Dionisio: ¿de verdad que no te apetece?.....

Victoria: no, ¿solo piensas en eso o qué?.

Dionisio: cuándo estoy contigo si (sonrió con picardía).

Victoria: es por eso que elegiste un motel de mala muerte para tenerme contra mi voluntad, ¿por que creías que estando aquí no ibamos a parar de tener sexo?......

Dionisio: Cuándo fui a buscarte estabas con ese malnacido a punto de acostarte con él, yo creo que es evidente que eres adicta al sexo, te gusta tanto como a mi.

Victoria:......no soy una cualquiera (seria) así que cuida tus palabras.

Dionisio: no he dicho que seas una cualquiera, eso lo has dicho tú.