Prisioneros de amor

Capítulo 2

Victoria cabalgó hasta el manantial para avisar a sus hombre de que debían irse de allí cuánto antes, sin que les vieran sacaron a los animales, ella se fue para la casa, María estaba sentada en el sofá, cuándo la puerta se abrió se quedo mirando para su hermana.

María: pensé que estarían toda la noche en el manantial.

Victoria: no te vas a creer lo que paso (se sentó frente a su hermana).

María: ¿te pillaron? (intuyó asustada).

Victoria: si, resulta que vinieron hoy para quedarse un tiempo por estos lares, ¿puedes creerlo?, para una vez que me meto en esa maldita y mugrienta hacienda me pillan.

María: ¿pero como demonios fue que te vieron?.

Victoria: es que me causo curiosidad saber como estaba la casa por dentro y me asomé a una de las ventanas, sin darme cuenta uno de los dueños me estaba viendo, me dijo que no me quería ver más dentro de la hacienda.

María: normal, va a pensar que eres una ladrona, dios, mañana temprano vamos a ir las tres, Cristina, tu y yo y nos vamos a disculpar, les diremos la verdad de lo que pasó y así a lo mejor nos den permiso para llevar las reses hasta allá.

Victoria: no nos van a dar permiso, el idiota que conocí hoy es un arrogante.

María: normal que se haya molestado, estabas en sus tierras, y no importa si te gusta la idea o no, mañana iremos si o si a disculparnos (se levantó y subió las escaleras con paso firme).

Victoria: (se sirvió una copa) como mande la señorita (se tomó el contenido de su copa y se fue a descansar).

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Augusto y Isabela en la cama.

Isabela: ¿habremos echo bien en traerles para acá?.

Augusto: si, necesitan acercarse, tener la misma conexión que tenían cuándo eran niños.

Isabela: pero aquí no ahí tantas mujeres como en la ciudad, ¿Cómo se van a enamorar y darnos nietos?.

Augusto: tiempo Isabela, las cosas sucederán cuándo tengan que suceder, no podemos acelerar las cosas.

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A la mañana siguiente/ hacienda el platanal

Cristina: buenos días (llegando con María y Victoria) ¿Qué hacen ustedes levantadas desde tan temprano?.

María: vamos a ir a la hacienda bravía (informó) aquí nuestra hermana se dejo ver por uno de los dueños de la hacienda y tenemos que disculparnos por su desfachatez.

Victoria: oye, tampoco fue para tanto, no estaba robando ni haciendo nada malo.

María: estabas donde no debías, eso es hacer algo malo (caminando hasta la puerta con sus hermanas detrás).

Cristina: nos van a echar a patadas (decía) ¿no es mejor dejarlo así?.

María: no.....

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Hacienda Bravía..

Esteban: no ahí nada en la nevera (informó).

Augusto: tienen que ir a ser la compra.

Dionisio: ¿nosotros?, no.

Federico: por que no van mama y tu, así se distraen.

Augusto: van a ir ustedes, y no ahí nada que discutir (se escuchó el timbre de la casa) Federico, abre.