Capítulo 3

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En la camioneta.......

M: desapareciste desde que llegamos al mercado (mirando a su hermana por el retrovisor) ¿dónde estabas?.

V: fui a dar una vuelta por el pueblo....

Cris: espero que no hayas ido de nuevo a casa de ese imbécil.

Vic: Metete en tus cosas Cristina.

Cris: es que no me gusta que le busques, solo te usa.

Ma: se acabo, ¿van a empezar a discutir?, respeten, hay más personas en este auto que bo tienen por que escuchar sus peleas.

Estaban: no te preocupes por eso, nosotros estamos todo el tiempo peleando también.

Dionisio: así que eres una regalada (dijo mirándola con malicia y burla).

Victoria: prefiero eso a ser un incordio bueno para nada como tu.

Dionisio: soy bueno es muchas cosas, sobre todo en el sexo....pero claro, eso tu jamás lo vas a comprobar por que soy muy selecto con mis conquistas y lo siento querida pero no das el perfil.

Victoria: ni ganas que tengo, me darían náuseas solo el verte desnudo, hasta chiquita la debes de tener.

Federico: (rió)....

María: Victoria (con un tono brusco para que parara).

Dionisio: (se molesto).

Esteban: ¿te gustaría venir a cenar esta noche a nuestra casa? (le preguntó a María) pueden venir las tres.

Dionisio: esta no pisa mi casa (refiriéndose a Victoria).

Victoria: ni falta que me hace pisar tu casa.

Dionisio: pues bien que mirabas por los ventanales y que rompiste la cerca para cruzar.

Federico: (miraba atento a Cristina, quien levanto la vista y se encontró con la suya) ¿tu vendrás?.

Cristina: no......

Federico: ¿por que?, podría ser una gran noche (con doble sentido).

Cristina: la paso muy bien en mi casa, te lo agradezco igualmente.

Victoria: ¿falta mucho para llegar?, ya quiero perder de vista a este hombre, es horrorosa hasta su colonia....

Dionisio: tu si que eres horrorosa....

Victoria: ¿a que te doy una cachetada que te saco por la ventana?.

Dionisio: a ver, damela, vamos (enfrentandola, entre ambos saltaban chispas, no eran para nada compatibles).

Cristina: por favor, basta, dejen de gritar.... comportense (aturdida).

Dionisio: no nos digas lo que tenemos que hacer (alterado por el continuo enfrentamiento que tenía con Victoria).

Cristina: (se asusto).

Federico: no le hables así (le advirtió) ella no te ha echo nada ni te ha pedido gran cosa, solo que te calles.

Dionisio: para el auto (exigió y María se detuvo) hazte aun lado (se bajo) regresaré caminando, es mejor que aguantaros a todos ustedes.

Esteban: no seas inamaduro, Dionisio, queda un par de kilómetros para llegar, súbete.

Dionisio: (le ignoro y comenzó a caminar).

Esteban: (suspiró) vámonos, es demasiado terco para volver a subir.

María: ¿estas seguro?.

Esteban: si......

María: (volvió a acelerar, Victoria se asomo a la ventana y le enseño el dedo a Dionisio quien se estaba muriendo de ganas por matar a esa mujer) vaya viaje, no se te puede llevar a ningún lado Victoria, ¿por que no le dejaste en paz?.

Prisioneros de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora