31 | Obediencia

1.5K 137 72
                                    

¡¿Qué carajos está haciendo?! —espeta Kavala, con el enojo enmarcando su rostro.

El entrecejo de Braxton se frunce. —¿Qué?

—Usted es mucho mayor que mi hermana, ¿no le parece que está cruzando la línea, señor Airlie?

—¿Cruzando la línea? —inquiere, con sorna—. No estoy haciendo nada más que acomodar la almohada para que ella...

—Sí, claro —la burla es palpable en el tono de voz de mi hermana—. ¿Usted piensa que yo soy estúpida?

—Kavala, basta por favor —interfiero, tratando de parar la masacre.

Los ojos de mi hermana se giran hacia a mí. —Missy...

—Ya basta —repito—. Vete. Regresa al hotel con papá y mamá, descansa.

—No iré a ningún lado, no voy a dejarte a solas con éste hombre.

—Quiero estar a solas con él, ¿no lo entiendes? Por favor, vete.

A regañadientes, mi hermana se marcha y una vez que Braxton y yo volvemos a estar solos, él se deja caer con pesadez en el sofá que está pegado junto a la ventana.

Luce algo cansado, agotado y enfadado, pero sé que no se debe a lo que acaba de suceder con Kavala. No, probablemente hay algo que le preocupa y ese algo debe estar relacionado con su trabajo o su familia.

—Lo siento —murmuro, haciendo que sus ojos me miren.

—Está bien, ya me he acostumbrado al odio de tu hermana.

—¿Te ha estado tratando mal?

—Missy, me sorprendería que no lo hiciera —dice, soltando un suspiro—. Toda mujer que me conoce comienza o termina odiándome, es algo habitual en mi vida.

—Yo no te odio.

—Todavía... En algún momento, lo harás.

—¿Por qué sigues diciendo lo mismo una y otra vez? Creí que ya había quedado claro que yo...

—Porque me conozco —interrumpe—. Sé que tarde o temprano, terminaré lastimándote.

—Del dolor y el sufrimiento se aprende —añado—. Quiero ser capaz de tomar mis propias decisiones, Braxton, si ellas me llevan a ser feliz o a pasar por el dolor más grande, está bien, porque de eso se trata la vida.

—Uhmmm. Sí que sabes cómo convencer a las personas.

—¿Tú crees?

—Eres una manipuladora, Kitty milis [Dulce gatita] —expresa, con una sonrisa adornando sus labios.

Dios bendito, esa sonrisa hace que todo mi interior estalle en una imparable ebullición de emociones que no puedo controlar.

—¿Entonces? —pregunto, sin dejar de mirarlo.

Mi recién estrenado sentido visual ha sido bendecido, porque, podría pasarme horas y horas, mirando al atractivo hombre frente a mí.

—¿Qué? —su ceño se intensifica.

—¿Vas a seguir rechazándome?

—Nunca te he rechazado —bufa—. Si lo hubiera hecho, no estaría temiendo el día del juicio final por haberte follado como lo hice.

—Braxton...

Ni siquiera puedo ser capaz de decir alguna otra palabra, porque él se lanza sobre mí, capturando mi boca en un beso que está dejándome más tonta de lo que normalmente soy.

ARTEMISA©  | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora