ARTEMISA© | TERMINADA

30 | Nítido

Miro a mi amigo postrado en la cama y un dolor me cruza de lado a lado, si bien ha mantenido una amistad estrecha con los chicos, ha sido con Kian con quien he compartido más de lo que los otros puedan imaginar.

—Aún no he muerto —masculla, mirándome con ojos parcialmente apagados.

—Veo que sigues siendo un imbécil —espeto, sentándome en la silla.

—¿Qué tal tu viaje?

—Estuvo bien.

—¿Y la chica? —pregunta, con voz débil—. ¿Salió bien la cirugía?

—Sí, aunque todavía no sé si recuperó la vista —los ojos de Kian me miran fijamente, con un deje de decepción parpadeando en ellos—. ¿Qué diablos querías que hiciera? —espeto—. No podía quedarme allí cuando tú estabas debatiéndote entre la vida y la muerte aquí.

—Gracias por la consideración, pero creo que ella es mucho más importante que yo.

—Por supuesto que no, tú eres mi mejor amigo y ella es sólo una chica a la que jodí cuando mi cerebro se desconectó de mi cuerpo y me hizo cometer tal acto.

—¿A quién crees que estás engañando? —cuestiona—. Porque te aseguro que a mí no. Te conozco lo suficiente como para saber que ahora estás ansioso pensando en ella y en cómo estará.

—Kian...

—No debiste haber venido, yo estoy bien; sobreviví y seguiré en este jodido mundo hasta que se agoten mis fuerzas.

—Dare me dijo lo que ocurrió.

—Sí, los tontos pensaron que se trataba de Quinn, pero esto es obra de mi padre y sus hombres.

—¿Por qué no me dijiste nada?

—Suficiente era con saber que Val estaba en constante peligro... simplemente, no quise que ninguno de ustedes estuviera en la mira y que resultaran heridos por mi culpa.

—Uhmm —mascullo—. ¿Valkirya está bien?

—Gracias a Aiden.

—¿Aiden? —inquiero.

—Sí, mi padre está ahora en la lista de la justicia —suspira.

—¿Estás realmente seguro de que él fue quien te hizo esto?

—Sé que intentas pensar en Quinn cómo la autora principal de lo que me sucedió, pero no es así... está fuera de sus cabales, pero no fue ella quien me hirió. Mi padre ya me había amenazado antes.

—Supongo que no se dará por vencido, pero ahora que lo has denunciado con las autoridades, ¿no temes que las cosas se compliquen aún más?

La mirada de Kian se desvía al techo y deja escapar un suspiro. —Sé que, aunque estamos en américa, él no se dará por vencido, pero yo tampoco lo haré.

—Es increíble todo lo que está pasando —murmuro.

—Más increíble es que todavía estés aquí en lugar de dar la media vuelta y regresar con ella.

—No volveré —digo, completamente decidido—. Las cosas entre Artemisa Graham y yo, ya quedaron claras.

—¿Hiciste que firmara, no es así?

—En realidad, solo le hablé de la situación, pero ella aceptó enseguida.

Mi amigo esboza una sonrisa y una mueca de dolor le cruza el rostro. Sé que mi situación comparada con la de él, no es tan grave, pero eso no quiere decir que esté tranquilo; mi relación con Artemisa está en un punto en el que no había estado antes con ninguna mujer.