can't go

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[Srta. Nathya. H]

13:49
Soy Haruk, uhm, podríamos reunirnos mañana?

13:50
Quedó una plática pendiente.
Espero su respuesta.

6:00
Podremos reunirnos hoy?

6:03
Me quedé esperando por su respuesta.


El clima cambió al rededor del pueblo, extrañamente estaba nublado, algo que no se veía desde hace meses. El noticiero anunció fuertes lluvias en la zona pueblerina y desde entonces ya se veían a los vecinos guardar el ganado, que acababan de sacar, y preparar sus siembras, las cuales estarían satisfechas con un poco de agua. Haruk peinaba su cabello frente al espejo de su baño, sintiendo la fina mirada que su hija le daba desde la cama y de la cual él ya estaba acostumbrado, pues todas las mañanas que la pequeña no iba a entrenamiento era igual.

- mi amor ¿todo bien? - preguntó cuando la vio suspirar melancólicamente.

- te extraño cada vez que te... te vas, papi. - se asinceró, rascándose los ojitos con su puño izquierdo a la vez que bostezaba - volverás rápido ¿verdad?

- sí, mi nena, justo hoy nos dejaron salir antes. - le informó, sentándose a su lado, cuando ya hubo terminado de cepillarse los dientes. - tengo una pregunta para ti, Eilyss.

- ¿uhm...?

- ¿te gustaría seguir con la señorita Nathya?

La nena dirigió su mirada a sus pies descalzos que colgaban de la cama, luego la elevó hasta donde estaba su padre y sonrió - sí, sí papi, pero no sé si... si ella quiere.

-¿por qué dices eso?

- papi - murmuró entrecerrando los ojos - no soy normal... me da miedo ser una carga, ya lo soy... para ti y uhm, no... no me gustaría que alguien más se uniera a la lista...

- no eres una carga, no vuelvas a decir eso porque me duele ¿bien? - le vio asentir - hablaré con ella para llegar a un acuerdo. - avisó para luego recostarse sobre la cama después de revisar la hora - ven aquí - le dijo atrayendola en un abrazo, la pequeña acomodó su cabeza sobre el pecho del mayor y suspiró su fragancia.

- se lo que haces, papi... esta vez no, no funcionará. - ignorando la extrema inteligencia de su pequeña comenzó a acariciar su espalada de arriba hacia abajo esperando a que la nena cayera rendida ante el sueño y él pudiera ir a trabajar después de eso. - no... no funcionará...

- silencio, nena, debes volver a dormir - siguió con su recorrido por unos minutos más, hasta que sintió como el cuerpo de su hija comenzaba a relajarse, escuchando después un leve ronquido en su oído, cosa que le provoco extender su sonrisa - y no caerías - se burló susurrando, mientras trataba de acomodarla en la almohada que llevaba sin uso casi por un año. Salió de la habitación dejando la puerta a medio cerrar y giró su cuerpo.

- vaya, al fin - le dijo su madre tomando su hombro haciéndolo brincar en su lugar y callar un grito por el susto - tranquilo, que ya me peine.

- mamá - chilló - que susto, no vuelvas a hacer eso, atacas mi débil corazón - se tiró al suelo dramatizando sus palabras.

- ya, levantate. - le pidió acercándose para pegarle en el trasero - Dios, de actor te mueres de hambre - bromeó pasando por su lado, dejándolo tirado en el suelo.

- mamá ayúdame, no puedo ponerme de pie.

- no, baja, ya tengo tu refacción mi niño - sacó su lengua infantilmente escuchando como tronaron los huesos de su hijo - estas crujiente, nene ¿esa fue tu rodilla?

Second Chance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora