like you are

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4 meses después

La joven pelinegra a logrado comprender desde cierto punto, la diferencia entre el tener algo y el tener que luchar y esperar por algo que quieres. Ha practicado la paciencia como religión y se ha mantenido al margen de sus emociones. Queda solamente 1 mes y 15 días para la competencia, y la que menos cabe de emoción es la pequeña Eilyss, pues justo este día, se preparaban para ir a medir los hermosos trajes que utilizarían. No es por presumir, pero su relación a mejorado con el pasar de los días, y aún no puede creer que aquella chiquilla que apenas le permitía tocar su cabello ahora sea la misma que va en su espalda porque dice ser un hermoso Koala. La pequeña Eilyss jugaba con el collar de la joven pelinegra, mientras le contaba los datos curiosos sobre los koalas que su maestra de Ciencias naturales les habia contado unas clases atrás, mientras que ella sostenía fuertemente sus muslos para evitar votarla.

- y... y sus crías pesan menos dijo que un gramo es lo má...máximo que pesan... - exaltada le comentaba - dijo que era casi el peso de... de 16 granos de arroz juntos... - hizo los cálculos - me gustaría conocer un koala... - mencionó mientras recostó su cabeza en el hombro de la chica, sintiendo el leve aroma de lavanda - sabes que.. que comen eucalipto, Nath eso lo usa la abuela... para espantar a los zancudos - se rio - lo intenté comer... no sabe rico.

La chica cruzó con cuidado una de las calles, volteando a ver a cada lado para prevenir un accidente, escuchando a lo lejos como la nena recordaba otro dato curioso, hasta que uno le llamó la atención - ¿cómo qué no son osos? Me estás mintiendo Eilyss, eso no se hace - bromeó.

- no... la maestra di...dijo que eran marciales... sí, no osos.

- ¿marsupiales?

- eso, murcipales... dijo que mamá koala debía tener fuertes músculos... como... como los de papá - contó, pasando un poco del cabello de Nathya hacia al frente - porque debe cuidar al pequeño... ko...koala, sí eso.

- oh, que bonitos, tendremos que ir al zoológico un día de estos ¿qué dices? ¿te gustaría?

- sí, sí, sí - movió sus piernas emocionadas - sí, sería magicio.

Nathya omitió la felicidad de la chiquilla mientras ingresaba al hermoso local de confección de vestidos. En la entrada bajó con cuidado a la pequeña, quien acomodó su blusa que se había subido con el movimiento de su cuerpo, después de tener todo en el lugar que debía estar, tomó fuertemente la mano de la chica y suspiró recio llamando la atención de su acompañante.

- ¿qué pasa, cariño? - preguntó la pelinegra al sentir su mano ser más apresada por la chiquilla. Cuando fue consiente de la leve capa de sudor de su alumna se colocó a su nivel para verla desde esa altura - ¿Eilyss?

- ¿va... va a to...tocarme con eso?- preguntó señalando a la mujer que se acercaba a otra clienta con un metro - ¿me... va a to...tocar?

- nena, es necesario para hacer el traje ¿recuerdas? Además, yo estaré aquí, si quieres puedo sostener tu mano cuando sea tu turno ¿bien?

La mujer terminó con la otra clienta y se acercó a ellas a quienes saludó animadamente - buen día, ¿en qué puedo servirles?

- buen día, un gusto, soy Nathya y ella es Eilyss... - dijo la chica bajando su mirada a la nena que abrazaba su pierna - venimos a tomar unas medidas y cotizar unos trajes de patinaje.

- que emoción, ¿para las dos? - les vio asentir - woa esto es nuevo, nunca habia tenido una patinadora tan pequeña - confesó -. Será un gusto atenderles... ¿quieren buscar de primero la tela? ¿O tomamos las medidas?

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