Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Aneu chilló de dolor cuando le sacaron la cera de las piernas, su piel ahora libre de vello alguno se empezó a poner roja.
- ¡mierda, ya no más! - se aferró a los brazos de Seol con fuerza, temblando.
- dios, solo te están depilando - se quejó sintiendo las uñas de la humana rascando su pie - ¡Aneu!
- ¡Jamás he sentido la necesidad de depilarme, obviamente me va a doler! -
Seol puso los ojos en blanco.
- mira, mamita, las costumbres de los lobos son diferentes a los de los humanos, la primera noche en la que van a pasar con sus esposos tienen que estar completamente limpias, me refiero a los bellos, es estúpido, lo sé, pero tienen que estar sin nada de ellos, los hombres iguales - explicó Seol limando sus uñas de paso, estaba sentada en un taburete frente a la cama de masaje.
- pero ya lo hice con Jungkook sin depilarme, ¿no crees que ese estúpido? -
- estúpido tu comentario, lo vas a hacer y punto, no me molestes -
- pero me duele, encima me quieren hacer una reducción masaje, por la concha de su madre - reclamó de nuevo Aneu.
La omega que le estaba depilando sonrío.
- Luna, es muy graciosa - sonrió la omega.
- pues te tienes que acostumbrar, son tradiciones, al igual que sus costumbres humanas de luna de miel y demás estupideces que hacen antes de la boda, como las despedidas de solteros, así que respeta -