Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Clases interminables de pura teoría con la profesora más aburrida de la facultad.
- para poder hacer una gran obra de arte, primero deben centrarse en la figura que quieran reflejar en sus bocetos, es como la fotografía, todos aman esa clase aquí, ¡¿no es cierto señorita Aneu?! Creo que usted debería explicar ya que tiene muy buenas notas como para quedarse mirando a la nada -
La joven despertó de golpe al sentir el golpe de la tiza al chocar con su cabeza, miró a todos lados y observó a la vieja que le impartía clase de cerámica y modelado, una de las clases más aburridas si no fuera por esa mujer sin gracia.
- ojalá se diera cuenta de que no es nada divertida - murmuró, Seokjin soltó una risotada estruendosa, de esas que si lo oías no podías no contagiarte hasta que tus pulmones se te salieran por la boca - oh, lo siento profesor, no pude evitar cerrar por unos segundos mis ojos, es que su clase me lleva a fantasear con la cerámica como no tiene idea, Seokjin solo se ríe porque es verdad y no puede evitar hacerlo.
El anciano se puso recto y acomodó su corbata con educación, se la había creído los halagos.
Aneu sonrió y comenzó a levantar sus pulgares para decirle al maestro que siguiera su magnífica clase.
- espero que esto de ser buena dure todo el año - le susurró - no puedo creer que le hayas pedido redención a la iglesia para que no hablaras lisuras y seas buena todo el año.
