Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Aneu gimió de dolor cuando Kanseung la sujetó con más fuerza del cuello, el dolor era profundo, lloriqueó ante la idea de ver a sus amigos morir, ante la imagen de Jungkook en el piso mientras Ketsaya pateaba su rostro y el sin poder hacer nada.
- eso es lo que pasa con los que van en contra de un ideal - Kanseung la agarró con más fuerza, incluso sintió que su cabello se salía por la presión - mientras los más fuertes se alzan, a los débiles sólo les queda sufrir en silencio y ser pisoteados, siempre ha sido a sí Aneu.
Kanseung miró el cielo, poco a poco se oscurecía, algo malo se acercaba y él lo sentía.
- ya suéltalo amor mío, comienza con tu ritual, llama a tu Señor -
Ketsaya sonrío emocionada, había esperado muchos siglos, tiempo en el que muchos se interpusieron en su camino, ahora lo lograría sólo necesitaba la sangre de uno de los dos reyes de Kirian, y ya los tenía allí, en sus manos.
- el de él, el de Jeon Jungkook, su sangre es fuerte, abrirá el portal de inframundi para mi -
- ¡No, SUÉLTALO PERRA! -
Kanseung la abofeteó con fuerza.
- no te atrevas a insultarla perra desgraciada - Kanseung la sacudió y golpeó la cabeza de Aneu contra el piso.
