Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Jungkook salió del agua sonriente, tenía en su boca pequeñas piedras cristalinas y algas en sus hombros.
- ¿crees que se verán bonitas aplastadas sobre el vestido de Aneu?, oh, brillará tanto que... -
Namjoon sonrío ante la alegría de Jungkook.
- claro, Aneu ama las cosas brillantes, le gustará - sonrío Seokjin mientras jugaba con él agua - ¿cómo creen que se verá Astrid con vestido de dama de honor?
- me vale, no deseo saber sobre el amor que se tienen, así que cállense, estamos en una despedida - se quejó Yoongi encima de las rocas tomando una cerveza.
Namjoon se rio, eran los únicos en la despedida de soltero de Jungkook.
- ¿y que tenemos que hacer? - murmuró Jungkook dejando las piedras que tenía en su boca caer al agua - jamás asistí a una y tampoco escuché de alguna.
Namjoon recordó la despedida de un amigo lejano que tuvo.
- se iban a un club de strippers humanos - murmuró recordando ese día, había disfrutado bastante, pero Jungkook no podía entrar a uno.
- chiquito dice - silbó Yoongi - te escucho a ti y a Aneu todas las noches, ella grita, tu gruñes, dioses, sabes que las paredes no son de hierro.
Jungkook rio culpable.
- shhh hyung, usted no debe escuchar esas cosas -
Namjoon se burló y se hundió en el agua, sintiendo la magia de esa laguna, la conocían como el ojo de la loba, especial para curar heridas, relajarse y unirse.
