Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Jungkook se sentó al borde de su cama mientras veía a Aneu fingir descansar.
Desde el día de ayer ha estado preocupado, Aneu olía demasiado bien como para su propio bien, su cuerpo pedía que volviera acariciarla, pero si seguía con aquello su pareja no soportaría. Fatigado se echó a su costado y agarró un mechón de cabello entre sus dedos.
- no me toques - sentenció Aneu apartando la mano de Jungkook.
- No es tu novia - Hablaron detrás de él, Seokjin estaba enfadado mientras lo miraba. ¿Hace cuánto llegó? - Ella fue muy buena, te dejo hacer lo que quisieras porque es una ridícula sentimental, solo por eso, encima... ugh, hueles a él.
- ¡Oye! - Exclamó Aneu abriendo los ojos, estaba claramente más que despierta cuando escuchó al mayor entrar.
- Quieta noona, aún puede doler - murmuró Jungkook volviéndola a tumbar a la cama
- Creo que encontré algo... el hechizo que usaron en ella es algo simple, ¿sabes si alguien de tu familia tiene algo sobrenatural? -
Namjoon estaba analizando la situación, oyendo en calma lo que le informaba.
- Pues no, lo único sobrenatural de mi familia es que les gusta hacer fiesta y que todos los hombres tienden a abandonar a sus hijos -
- Alguien debe...
- Seol, y ¿eso significa que...? - Preguntó Aneu intentando adivinar todo lo que soltaba - ¿No tiene cura esta marca? quiero sacarla.
- ¡No! - exclamó Jungkook negando, sujetó la mano de Aneu.
