Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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- calor de mierda - se quejó Seojoi asqueada, estaba sudando por todas partes, brazos, frente, cuello, entre sus tetas, e incluso por sus piernas y eso que tenía un vestido corto para veranear, era lo que le había dicho Astrid que debía usar para el calor, pero parecía no funcionar porque seguía quemándose - cómo me caga el calor, de verdad.
- sí, bastante - le siguió Seokjin - ¿no es cierto brujita? hace calor.
- cierto - Astrid lo miró de reojo y le dio un manazo en el brazo para que dejara de tomarle la mano - claro joven Seokjin, así que le agradecería que por favor... suelte mi mano.
Seojoi puso los ojos en blanco, no los veía, pero el aire le decía que es lo que estaba pasando entre ellos dos y no era nada que quisiera presenciar, era una virgen de oídos y así se iba a mantener por mucho.
- oigan, si saben que estas no son vacaciones ¿no? - preguntó volteando a verlos, aunque fue mala elección, Seokjin se había lanzado a la boca de Astrid, y ella, débil, lo dejó - Okay, me voy sola.
Exasperada empezó a andar dejándolos atrás, no quería verlos, era suficiente con escuchar a Jungkook intentar tocar más de la cuenta a Aneu cuando ella estaba en la habitación.
- ¡Seokjin! - Astrid lo empujó y se cubrió la boca, la había besado de improvisto, nada más que decir, Seokjin tenía labios abultados y siempre húmedos - ¡no podemos!
- ¡si podemos! -
- ¡que no, es... Impropio! - Astrid se dio la vuelta y empezó a andar.
Seokjin sonrío, la siguió a paso apresurado y de nuevo, junto sus manos.