Aneu tiene una suerte sorprendentemente mala, con una media beca que debe mantener, un cuarto donde se escuchan como los vecinos discuten todas las noches y el dinero que cada mes recibe y debe utilizar para cubrir sus gastos día a día, no hay momen...
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Aneu sintió como los pelitos de la nuca brincaban.
- noona - gimió bajito agachándose hasta rozar la nariz de Aneu con la suya.
- dios - se echó para atrás cobardemente, si bien en el lago estaba preparada para cualquier cosa, ahora no, sus límites llegaban hasta cierto punto y ya lo había hecho.
- que pasa noona, ¿no me quieres? - entristeció el lobo - mi lobo y yo la deseamos.
- mi dios, Jungkook, tú eres... eres una bomba de tiempo - Aneu se cubrió el rostro y evitó mirarlo.
Jungkook quería más, no se conformaba con solo tocarla, quería todo de ella, una de sus manos se posó sobre su estómago y acarició aquella zona dulcemente, dentro podía tener a sus cachorros, la imagen de Aneu embarazada chocó con su celo, fue lo más hermoso que podía imaginar.
- no pararemos esta vez -
Aneu gimió cuando Jungkook la agarró de la nuca y la acercó a él, sus manos agiles fueron a parar a los pantalones y comenzaron a bajarlos, cepillando sus dedos contra la tierna piel.
- Pensé... pensé que te ponías manso - Aneu se sintió intimidada por la mirada voraz de Jungkook, ella solo dejó que bajara lentamente sus pantalones.
- pero la quiero noona, por favor -
Aneu puso su mano encima de la piel de Jungkook.
- dios, estás... - estaba ardiendo, literal, ¿tanto eran los celos?