Cuando Caiga el Sol

Capitulo 47: Amores Sanos

Importante: Sí. este es otro capítulo. Pero antes de que lean necesito que me respondan algo importante. Sean buenos y respondan solo "Sí, por favor" o "No, mejor no".

¿Les gustaría leer la historia de Irina y Laian?

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Leyendo un libro de psicología, me encontré con una frase que resalté con marcador, ella decía: "No todos los amores merecen ser vividos, hay amores que son sanos y amores que son enfermos". Pensé que sería buena recordarla y por eso la marqué. Hoy la entiendo a la perfección.

Es sábado y está lloviendo como si el cielo se viniera abajo. Hace tres semanas que Eloy está internado, su situación no cambió, no empeoró, ni tampoco mejoró.

Eso no es bueno, pero tampoco es malo. Está en el limite entre una cosa y la otra.

He ido a verlo a diario. Le he hablado, le he llorado, pero me hace sentir inútil, porque no da resultado y eso me hace sentir aún más impotente.

- ¿Quieres una taza de té?- pregunta mi tía acercándose a mí. Mi familia creyó que sería conveniente que yo viniera a pasar un tiempo aquí con ellos. Para ser sincera, no tenía ganas de dejar la comodidad de mi departamento, pero era lo justo para ellos, después de todo lo que están haciendo por mí.

- Claro.- digo con un sonrisa. Estoy sentada en el sofá junto a la ventana leyendo un libro mientras veo como llueve e Inti duerme en mis piernas.

- Parece que no va a parar la lluvia.- comenta.

- Es que hace mucho no llueve y la verdad que me gusta la lluvia, me siento cómoda.- digo mientras miro a la ventana.

- Después de la tormenta, sale el arco iris, renace todo lo bueno.

- Eso dicen.

Por cierto, Laian tiene otra causa judicial más por lo que le hizo a Eloy, sus padres lo denunciaron. Cuando la policía fue a buscarlo a su casa no lo encontraron. Cristian trató de comunicarse con él y no atiende su celular. Los Fox salieron de la escena publica, ya que en cuanto la noticia del ataque a Eloy salió a la luz, la lluvia de insultos y condena social no tardó en aparecer otra vez.

Lisa volvió a hablarse con Lucio, pero no volvieron a estar juntos, al menos por ahora. Él dice que no sabe dónde está Laian y que la última vez que habló con él había perdido la cordura. Saber eso me duele más que cualquier cosa, porque me dice que nada de lo que yo pueda hacer hará que él recobre el poco sentido común que solía tener.

A veces me permito pensar en cómo podría a ver sido la situación si él no sería él. Si lo hubiéramos pasado por todo esto. Después algo me recuerda que esa es su esencia, con la que nació de alguna manera. Hay personas que logran cambiarla en algunos casos, otras simplemente, están destinadas a no hacerlo y ese fue el caso de Laian.

Tocan la puerta.

- Yo voy.- le digo a mi tía que después de dejarme la taza de té volvió a lo que sea estaba haciendo.

Abro la puerta y no puedo creer lo que veo.

- Lucio...- digo con un hilo de voz.

- Hola, Ama ¿Puedo pasar?

- Claro.- digo con algo de asombro y desconfianza a la vez.

Entra y nos sentamos en el sofá en donde estaba.

Suspira.

- Primero que nada déjame decirte que me he portado muy mal contigo, Ama. Y me siento un imbécil.- comienza a decir.- Laian es mi mejor amigo y eso no va a cambiar, pero debo reconocer que fue un completo hijo de p* al hacer todo esto. No lo veía así hasta que me vino a verme hace un par de días y me dijo que haría todo lo posible para tenerte devuelta, incluso mataría a Eloy si fuera necesario. No le creí hasta que me enteré que lo había herido. Todos nosotros éramos muy unidos y lo sabes, pero esto nos ha matado a todos de alguna manera, nuestra amistad murió. Tal vez no hubiera sido así si Eloy y tú no se hubieran acostado.