Capítulo 32: Puntos suspencibos

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* Capítulo súper largo, léanlo con calma*

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Hay momentos en los que creemos que pusimos punto final a ciertas etapas, pero la realidad es que sin darnos cuenta pusimos un punto y aparte.

- ¿Qué haces aquí, Laian?- pregunto con un hilo de voz.

- Necesito hablar contigo.- responde.

- Viniste en mal momento, debo irme a trabajar.- digo.

- No te robaré más de un minuto, de verdad, pero es importante que hable contigo.- insiste.

Tiene la guardia baja, es insistente, pero no pelea, no pierde la cordura.

- Tienes dos minutos.- acepto.

- ¿Puedo pasar?- pregunta. Dudo en hacerlo pasar pero no lo veo en plan violento, aunque con él nunca se sabe.

-  Pasa.- respondo haciendome a un lado. Entra y se sienta en el sillón del living.

-  Desde la última vez que nos vimos estuve pensando y sé que fui muy grosero cuando en realidad prometí que era diferente. A veces siento que muchas sitaciones me estresan y puedo volverme impaciente y decir cosas que no son correctas. Estoy yendo a terapia, ya sabes eso y mi terapeuta me recomendó salir de la ciudad un tiempo. Me iré a la sierras, a la casa de mí familia. Solo serán unos meses, para relajarme, podré serguir trabajando sin problema desde la distancia, eso me facilita mucho.- cuenta.

La noticia me cae como balde de agua fría y por alguna razón duele.

- Laian...Yo... No sé qué decir.- digo con asombro

- No tienes que decir nada. Quería que fueras la primera persona en enterarte, además quiero pedirte algo.- dice.- Este tiempo que no estamos tomando, espero que nos haga más fuerte para poder construir una relación solida en un futuro.- comienza a decir.

¿Tiempo que nos estamos tomando? Esto es definitivo ¿Qué parte no entiende de esto?

- Laian... Creo que...

- Por favor déjame terminar.- dice y continua.- Quiero irme con la seguridad de que no voy a perderte.

¿No se ha enterado que ya me ha perdido?

Se levanta del sillón y se acerca hacía mí que estoy parada cerca de la puerta.

- Quiero que tengas esto.- dice y saca una caja de terciopelo roja con un anillo de compromiso. Me deja pasmada.- Representa el compromiso que tengo hacía a ti, hacía nuestra relación y mis ganas de ser mejor para ti.- explica y continua.- No creas que es matrimonial, quiero darte uno mejor que este para cuando sea el momento, pero es el recordatorio de que estás comprometida conmigo.- aclara.

Su acto es demasiado, egocentrico y narcisista.

- Laian yo no puedo aceptar esto.- digo.

- No te lo estoy preguntando, es tuyo y en tu mano es donde debe estar.

- Hemos pasado un tiempo espantoso ¿Crees que este anillo solucionara las cosas?- pregunto.

- Por supuesto que no, no te estoy forzando a nada solo quiero que tengas esto. Porque cada vez que mires tu mano recordaras que eres mía.- responde.

¿Qué?

- Laian de verdad... No...

- No se irá devuelta conmigo, lo dejaré aquí y cuando estés lista solo úsalo.- ordena  un tanto ofendido, lo deja en la mesita ratona del living y se va hacía la puerta.- Te veré en unos meses y espero que las cosas sean diferentes.- dice mientras abre la puerta.

Cuando Caiga el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora