Capítulo 17: Amores Insanos

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- Toma, bebé.- dijo su madre pasándole el sándwich que el chico de ya 12 años había pedido.

- Mamá, deja de decirme "bebé", ya no lo soy.- dijo el chico de mala manera.

- Tú siempre serás mi bebé, aunque ya no seas uno.- aseguro su madre con un beso en la cabeza.

Conversación de una madre con su hijo.

Es jueves en la noche, me estoy vistiendo ya que Lai llegará por mí en breve e iremos a la casa de sus padres por el cumpleaños de su madre. Clara cumple hoy 55 años. Sí, es joven.

Para ser sincera me siento bastante nerviosa, hace como un mes que no veo a la familia de Lai, es mucho, pero él sí está en contacto con sus padres y sus hermanos todo el tiempo. Con el trabajo y los deberes de cada uno siempre es difícil reunir a toda la familia, a pesar que son muy unidos.

Me vestí con un jean, un suéter color crema y unas zapatillas, me pongo maquillaje y me peino, todavía sigo sin cortarme el cabello, lo veo bien como hasta. Si bien mis puntas necesitan un retoque el largo está bien.

- Ama.- Laian entra al departamento y me llama.

- En la habitación.- digo. Él aparece en mi vista, su look es despreocupado como siempre que vamos a salir, pero rebelde y sexy a la vez. Lleva unos jeans gastados color negro, zapatillas blancas y una campera de hilo color beige, es muy parecido a mi suéter.

- Hola.- saluda acercándose a mí, sonrío al verlo, me alegra, lo extrañaba, desde que apareció en el local hace unos días no lo volví a ver. Llega a mí y me toma en sus brazos y me levanta. Lo abrazo fuerte y escondo la cabeza en su cuello. Huele bien. Su cara está fría, pero a pesar de eso es una linda sensación.

Lo tomo de su cara y lo beso con fuerza y él me sigue el beso. Creo que el estar lejos no es tan malo después de todo, consigue que él se calme y que yo me muera por verlo, y mi percepción de él cambie.

- Creo que estaremos lejos más seguido.- dice mirándome a los ojos y hoy no hay rastro de maldad en ellos, son brillantes y puros a la vez. Posiblemente se esté salvando.

- Eso creo.- digo y me vuelvo a aferrar a él.- Te extrañé, Lai.

Vuelve a levantarme y me lleva hacía la cama.- Ya que me extrañaste podríamos recuperar el tiempo perdido.- propone mientras me pone sobre la cama de manera que queda mirándome desde arriba.

- Me encantaría, pero ya ve vestí, peine y además tu mamá ya nos espera para comer, sabes que es muy puntual con la cena y llevamos 15 minutos de retraso.- digo.

Su reacción me gusta y su propuesta me tienta, claro que sí, lo amo y creo que estaría necesitando una buena dosis de sexo, pero hay tres cuestiones; primero, ya quebrantamos muchas reglas de la Dra. Hoffman, segundo, es tarde y me daría vergüenza llegar tarde a cenar con su familia porque nos quedamos teniendo sexo, aunque ellos no lo sepan, tendría que poner alguna excusa que sea bastante creíble, y tercero, actuó de la misma manera el día del cumpleaños de Lucio y todos sabemos qué pasó después.

- Tienes razón, me convenciste.- dice levantándose de la cama y estirándome la mano para ayudarme.

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El camino hacia la casa de le los padres de Lai es tranquilo, hablamos de lo que cada uno hicimos durante el tiempo que estuvimos separados.

- Realmente me encanta ir a la clase de crossfit, es intensa, cansa y siento que me libera del estrés.- dice.

Cuando Caiga el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora