Capítulo 19: La calma en la tormenta

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Desde hace un tiempo, creo que desde que Eloy sabe la verdad sobre de lo que Laian me hace. La voz de mi madre carcome mi cabeza recordándome que las mentiras tienen patas cortas. Y sí, ya sé que ya dije eso, pero ese recordatorio es un eco constante que hace un hueco en mi cabeza como si fuera un martilleo que golpea, golpea y golpea...

- ¡Ama, abre la puerta!- grita Lisa desde el otro lado mientras golpea la puerta con fuerza. Me despierto de un salto e Inti que dormía en mis piernas cae al suelo y se sacude un poco. Son como las 9 pm, salí con Lai y luego él volvió a la casa de su hermano mientras yo decidí tomar una siesta y caí rendida en el sillón.

- ¡Ya voy!- digo mientras me levanto y cuando abro la puerta Lis entra como una tromba.

- ¿Por qué nunca me dijiste de lo que pasaba entre Eloy y tú?- pregunta así sin más sin importar si Laian está en casa o no. No parece enojada, sí está asombrada y exasperada.

- ¿Qué te dijo Eloy?- pregunto

- Todo lo que tú no fuiste capaz de decirme.- responde mirándome y ahora sí indignada.

Mi corazón se detiene. Tengo miedo por lo que le pueda haber dicho.

- ¿Qué dijo?- pregunto casi con un hilo de voz.

- Que ustedes salieron, que no sabe qué postura tomar, que tú estás en una encrucijada, que la situación es complicada.- resume habla exasperada y haciendo gestos con las manos.- ¿Por qué no me lo dijiste, Ama?

- Es que es algo extraño, el momento que pasamos con Laian, las peleas y el acercamiento que tuvimos con Eloy. No sé qué hacer, Lis, estoy perdida.- digo en un suspiro.

- Ay, Ami. Tranquila, quiero estar para ti, necesito que me cuentes todo.- pide.

Nos sentamos en el sillón y le cuento todo lo que pasó con Eloy, omitiendo las partes que Laian me golpea y le dije que él fue el médico de guardia que me atendió cuando supuestamente me esguince el pie, que la guardia estaba llena, no dejaron entrar a Laian y tuvo que quedarse afuera, y nunca vio a su amigo ahí. A partir de eso Eloy y yo nos hicimos más cercanos y comenzamos una rara amistad.

- Pero... Laian y él son amigos.- dice sin entender.

- Lo sé, eso es lo que me impide estar en contacto con Eloy, pero a veces, al final del día...

- La última persona en la que piensas es él.- termina la oración por mí.

- Sí.- digo apenada y bajando la cabeza.

- Pero, Ama. Eso es amor.

- Pero yo amo a Laian.- digo.

Parece que Lisa y la Dra. Hoffman se ponen de acuerdo a mis espaldas para decir lo mismo.

- Y no digo que no, pero tal vez cambia.- dice.

- No digas lo mismo que mi psicóloga.- pido

- ¿Desde cuándo volviste al psicólogo?- pregunta con sombro

- Es una terapista de parejas, decidimos ir con Lai después de que comenzamos a tener problemas, ella aconsejo que él se mudara para que nuestra relación vuelva a empezar de alguna manera.- explico

- Me mentiste.- afirma

Y no sabes cuánto, Lis.

- Lo lamento, no es que no confíe en ti, Lis, pero entiéndeme esto es muy complicado.- digo apenada y realmente lo estoy, pero no soy capaz de contarle la verdad completa.

Cuando Caiga el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora